La guitarra es uno de los instrumentos que más se tocan al ser una de las bases de la música y de las melodías de las canciones. Pero obviamente toda guitarra necesita un mantenimiento de todas sus partes, un cuidado de la madera y prestarle, como no, especial atención a las cuerdas, uno de los elementos principales para que funcione de forma eficiente. Pero la guitarra se distribuye en varias partes, siendo el diapasón, la parte delantera del mástil, que está dividido por los trastes, una de las zonas principales para pulsar las cuerdas y dar con la nota deseada.
Lo que en ocasiones ocurre es que el diapasón no es el deseado por mucho que te encante la guitarra o ya está desgastado después de haberle dado bastante caña a las cuerdas. Por eso mismo son muchos los usuarios que antes de desprenderse de su querida y mítica guitarra deciden cambiarlo. Y aquí hay dos opciones, o bien llevarlo a un especialista o bien adentrarte y lanzarte de lleno a la piscina para hacerlo tú mismo. Eso sí, si te decides por esto último es necesario tener mucho cuidado y seguir los pasos para no dañar ninguna otra parte del instrumento.
Lo primero que necesitas es una base que te permita inmovilizar la guitarra por completo, como una mesa o una tabla en la que quede bien encajada para evitar que se mueva. Ahora toca quitar el diapasón del mástil y para ello primero hay que quitar las cuerdas y luego los trastes que dividen en diferentes zonas el diapasón, para lo que puedes ayudarte de un formón con el que hacer palanca. Una vez que están fuera hay dos formas de quitar el diapasón. Una es con calor que reblandezca la cola que lo fija al mástil, lo que te permitirá sacarlo de forma fácil. Otra de las opciones es utilizar un formón y una cuchilla e intentar levantarlo haciendo palanca con cuidado para no dañar otras zonas de la guitarra.
Cuando ya lo tienes fuera debes limar, si fuese necesario, el mástil para que la madera quede en una base regular. Ahora toca preparar el nuevo diapasón, que debe tener las medidas exactas de altura, anchura y longitud para que la distancia con las cuerdas sea la adecuada y encaje perfectamente con el mástil y la roseta. Para ello puede serte necesaria cinta y unas reglas con las que conseguir la posición exacta y marcarla para que cuando lo vayas a colocar no haya duda alguna de su posición. También es necesario que la distancia entre los trastes sea exacta para que el sonido de la guitarra sea óptimo y de calidad, así que una vez todo está bien preparado llega el momento de montar el nuevo diapasón.
Una vez está perfectamente medido para que quede centrado y en la posición exacta es el momento de encolarlo para pegarlo al mástil y dejar que se seque la cola hasta que ya esté completamente adherido a la guitarra. Ahora toca colocar los trastes, primero asegúrate de que entran perfectamente, ya que puede que tengas que profundizar un poco más en las ranuras para que entren bien. Además, es recomendable hacer un bisel con una lima en cada ranura para que si en un futuro tienes que cambiar los trastes sea más sencillo sacarlos para no dañar el diapasón.
Con los trastes ya preparados a medida solo queda ponerlos en el diapasón. Para ello el cianoquilato es ideal, ya que permite instalarlos de forma limpia sin necesidad de usar cola en las ranuras, además de fijarlos perfectamente con la ayuda de un martillo de nailon para no dañar el diapasón. También pueden colocarse en seco, pero se corre el riesgo de que se levante alguno de los trastes. Cuando ya esté seco puedes eliminar lo que sobra de los trastes con unas tenazas y luego limar los bordes para que todo quede perfectamente liso.
Con todo esto ya solo queda poner las cuerdas adecuadamente, afinarlas y darle caña de nuevo a tu guitarra con el nuevo diapasón y probar si el sonido ha mejorado y el manejo de tus dedos es el correcto. ¿Preparado para una tarde de bricolaje?