Jorge Martínez (Avilés, 1955), más conocido como Jorge Ilegal, es un superviviente que cumple 40 años al frente de Ilegales, quizás la única banda de su generación que puede presumir en 2022 de estar en su mejor momento. Al menos así lo atestigua 'La lucha por la vida', su nuevo trabajo en el que han reunido a un envidiable 'all-star' de la música patria -Loquillo, Calamaro, Bunbury, Josele Santiago, Luz Casal, Dani Martin o Vetusta Morla, entre muchos otros- para recrear no su cancionero clásico, que sería lo habitual en este tipo de operaciones colaborativas, sino un repertorio de temas muy recientes, algunos incluso a estrenar.
Alérgico a cualquier tipo de nostalgia, convencido de que su banda debe "mirar al futuro", de que "cualquier tiempo pasado fue anterior" y de que "los peces que siguen la corriente son los peces muertos", Jorge Ilegal sigue mostrándose tan desafiante, irreverente, erudito y sin pelos en la lengua como lo ha sido siempre.
Tiene 66 años pero no los aparenta. Metidos ya en plena gira de presentación del álbum, dice encontrarse "fuerte a pesar de todo" y dispuesto a mantener esa tensión vital que "es lo que nos mantiene en funcionamiento". De todo eso y mucho más hablamos con él en una distendida charla en el Estudio Silencio de Madrid, donde se registraron muchas de las colaboraciones del flamante nuevo disco.
¿Qué es la lucha por la vida?
Es una constante que padecemos todos. Es la lucha diaria, lo que mantiene la tensión vital y que solo termina con la muerte. Los humanos, como todas las demás especies vivas, no estamos hechos para ser felices. Los seres vivos que se mantienen sin estímulos externos que les obliguen a hacer cosas enferman.
El hombre esquizofrénico del siglo XXI está enfermo mentalmente por la falta de tensión. En Ilegales estamos sujetos a tensiones y a circunstancias adversas de todo tipo desde antes de nuestro primer disco. Desde entonces ese grupo que parecía explosivo y que no iba a durar ni una semana sigue manteniendo esa tensión vital. Esa es la lucha por la vida.
¿Dejar los clásicos fuera del disco es entonces una declaración de intenciones?
Ilegales es un grupo que mira hacia el futuro. El presente está hecho de pasado y futuro. Miramos al pasado para saber de dónde venimos y miramos al futuro para saber dónde queremos llegar. Mientras tanto se mantiene esa tensión de lucha por la vida.
Entre los participantes en 'La lucha por la vida' hay varias generaciones de artistas ¿Era algo premeditado?
Hemos buscado ofrecer algo nuevo. No utilizar la fórmula tradicional, que es muy exitosa. Hemos hecho un montón de canciones nuevas o muy recientes, y una que había que revisar. Las canciones han sido quienes han elegido a los artistas invitados. Estaba haciendo la canción y me decía "Esta estaría bien en la voz de Loquillo, esta estaría bien en la voz de Iván Ferreiro, aquí Coque Malla haría un poco de guitarra punzante, Carlos Tarque cantaría fantásticamente esta otra, necesitamos una voz argentina como la de Calamaro para este tango rock"… Incluso Dani Martin, que ha hecho un gran papel con un tecno punk muy potente. Están también los chicos de Vetusta Morla, que cambiaron totalmente la canción… Yo creo que es un disco muy completo.
¿A quién le tenías ganas desde hace más tiempo?
Una vez vista lista de canciones me apetecían todos. Sabía que lo iban a hacer bien, lo que no me esperaba es que superaran todas las expectativas. En el caso de El Niño de Elche a los 12 minutos había concluido no sé cuántas tomas perfectas. Yo sabía lo que Josele Santiago lo iba a bordar, porque se ha operado y está muy bien de voz en este momento.
Cuando nos planteamos rehacer ‘Angel exterminador’ en un tiempo menos agónico que la primera versión sabía que Bunbury lo iba a hacer muy bien, pero cuando llegó cantando en la octava alta nos quedamos mirándonos unos a otros. Lo que me sorprende es que diga ahora que no puede cantar. ¿No puedes cantar? Te hemos oído… no sé, Enrique, algo falla. Voy a ir un día a ver qué es lo que pasa, a ver si me permite ir a la prueba de sonido y le puedo echar una mano. Alguien le está haciendo un yuyu o algo.
Hablando de ‘Angel exterminador’, es el único viejo clásico que habéis recuperado. Vaya ojo premonitorio habéis tenido con la que está cayendo, ¿no?
Ahí Enrique fue un poco visionario al escogerla. Yo quería revisarla. Es una canción que escribí en 1979. Hay una frase que dice: "Un hombre grita 'no disparen' y cae muerto". El titular de El País de ayer era "Un hombre grita 'Soy civil, no disparen'. Y suenan cinco tiros". En fin, la especie humana no defrauda, somos cretinos y unos asesinos. Si quieres la paz, prepara la guerra. Es nuestra realidad que, a veces, como bienpensantes, queremos evitar, pero no.
¿Has notado al alguno de los invitados muy cascado?
Han demostrado todos una forma máxima. Ahí está la grabación para demostrarlo. En este mismo estudio estuvo grabando Carlangas de Novedades Carminha, y lo hizo con una solvencia máxima, cantando dos veces para hacer dos tomas de la misma canción y unir las voces. Eso lo hacían los Beatles con frecuencia. Todos lo han hecho con mucha facilidad. Han exhibido unas calidades vocales inmejorables. Me sorprende que alguien diga que tiene problemas con su voz. A Loquillo le oí cantar como hacía 30 años que no cantaba, con una rabia, un rock 'n' roll y un poder tremendo en la voz. Está claro, su tono es La bemol. Lo sabía.
Hablando del Loco, en una entrevista decía que la mayoría de bandas de su generación que apostaron todo a la radiofórmula terminaron tocando en festivales nostálgicos de los 80. Vosotros ni sonasteis mucho en radiofórmula ni jugáis la carta de la nostalgia. ¿De qué están más orgullosos Ilegales?
Ilegales, como te decía antes, mira hacia el futuro. No nos hemos dedicado a la radiofórmula porque el reconocimiento que sí que lo tuvimos en su momento y el dinero que tuvimos, demasiado yo creo, no era el objetivo. El objetivo era anterior. Uno que se tiene en la edad más juvenil, casi en la pubertad, que era la propia música.
A nosotros nos parecía bien que los demás tuviesen la fama y el dinero, siempre que nosotros nos quedáramos con la música. De hecho, todos los miembros de Ilegales tienen colección de instrumentos, de altísima calidad. Lo nuestro es la música y es lo que mantiene esa tensión vital. Lo de Ilegales es la música y las dificultades. La comodidad no está hecha para los seres vivos. Los peces que siguen la corriente son los peces muertos.
Habéis empezado ya la gira. ¿Lo pasas mal si no te subes a un escenario?
No, no, yo me lo paso bien siempre. Tanto en el escenario como fuera de él. Me considero afortunado. Todas las cosas que quería tener las tengo. Es más, me sobran cosas. Tengo más de lo que esperaba. Me siento bien.
¿Y tú no notas los años? ¿O sigues hecho un chaval?
Me han operado hace unos días. Me han hecho una raja para ver si tenía alguna cosa y me han vuelto a cerrar las tripas. Me han cortado un buen pedazo para analizarlo. Parece ser que está todo correctamente. Parece ser que era algo feo pero bueno, no molestará más a nadie.
Está bien plantearse de vez en cuando que puedes morir. Yo me lo he planteado, sin miedo, porque soy un indigente en cuestión de miedo. Intento suplirlo con un poco de prudencia, prudencia de la que carezco, no consigo tener toda la que necesitaría. El ver que te vas a morir hace que aprecies más la vida. Todos deberíamos, por higiene, ponernos en peligro de muerte de vez en cuando. En Ilegales lo hacemos con cierta frecuencia, por eso apreciamos tanto la vida.
¿Entonces con la edad no pasa uno de ilegal a legal?
No es mi caso. Todavía no me siento desfallecer. Entiendo que tarde o temprano la juventud empezará a faltarme. Me está faltando ya. Pero me encuentro fuerte, a pesar de todo. Me repongo muy pronto. Hoy estoy un poco más demacrado que otros días porque para llevar esto bien hay que llevar un proceso pero me restableceré en pocos días. Estamos ya dando conciertos con el placer con el que siempre los damos. Sin ningún problema, no he notado nada extraño.
Se cumplen ahora 40 años del primer disco ¿Qué le dirías al Jorge Martínez de tu veintena si le tuvieras delante?
Le diría que no hiciera tantas barbaridades. Que de ponerse en peligro no lo hiciera de manera tan estúpida. Y desde luego le exigiría ser más diligente con el trabajo. Porque mi crimen es tener facultad para hacer muchísimas cosas y no hacerlas. Tener la desfachatez de dedicarme a vivir, a cometer todos los pecados previstos en todas las religiones.
Me obligaría a leer un poco más, porque el hecho cultural es apropiarse de ideas de las generaciones anteriores. Me obligaría a mí mismo a robarles más a las generaciones anteriores. No lo he hecho lo suficiente. Aunque durante esta pandemia me he dedicado a saquear a fondo a Tomás Moro, Luis Vives, Erasmo de Rotterdam, a los que por alguna razón les había cogido manía.
¿Nunca te has arrepentido de haberte mojado demasiado?
Probablemente tendría que haberme callado muchas veces. He perdido la gran oportunidad de estar callado en bastantes ocasiones, pero como dice la canción que escribí para cantar con Loquillo "preferimos mil veces ser bocazas que murmuradores". Hay bocazas y murmuradores en el mundo. Mil veces prefiero ser bocazas, y el Loco también.
Y es más divertido también
Es más arriesgado, es más honesto, y divertido, claro que sí. El riesgo siempre es divertido.
Dime una cualidad y un defecto que tengas
Tengo el mismo defecto que virtud. El defecto de no haber sido diligente se me perdona fácilmente, porque los defectos se perdonan con facilidad. La virtud de haberlo sido también es lo que no se me perdonará jamás. Ese ser diligente muchas veces para hacer canciones y componer de manera torrencial hay gente a la que le parece muy mal. Incluso compañeros de trabajo.
¿Qué es lo que más odias de la gente?
La gente es odiosa en general. Es muy humano ser odioso. El que no está bien solo es porque no es buena compañía. Yo me encuentro bien estando solo, así que soy buena compañía para los demás. Odio a esta gente que intenta con mucho cariño cortarte la libertad… Hay tantas cosas odiosas en los humanos.
Ya has dejado claro que lo tuyo no es la nostalgia, pero en el rock ¿cualquier tiempo pasado fue mejor?
Cualquier tiempo pasado fue anterior. Eso de la nostalgia es un golpe bajo al corazón que no me puedo permitir cuando aún hay cosas que ofertar y cosas que vivir. Mirar hacia atrás y coger cosas es cojonudo, por qué no revisar puntos diferentes de la historia. La ventaja que tenemos nosotros con respecto a generaciones anteriores es que tenemos una gran cantidad de tesoro cultural que saquear, aunque hay quien dice que está todo hecho en la Iliada y la Odisea. Yo creo que no.
Os aconsejo ‘Historia de las ideas estéticas en España’, una edición del año 40 que te sirve como búsqueda para ver todo ese tesoro existente hasta esa época. Se han producido muchas más cosas, algunas francamente maravillosas, como ocurre con todas las sociedades que se están desmoronando, con las culturas que se están evaporando, como la occidental.
Y luego hay cosas abyectas. Hay hechos culturales que más vale no tener en cuenta ni prestarles oído. Y hoy vivimos un momento de sobreinformación en el que buscar algo valioso es como buscar una aguja en un pajar. Porque con frecuencia tienen más púlpito cosas muy deficientes. Pero se pueden buscar y encontrar muchas cosas.
Un disco o un grupo reciente que te haya conmovido
Hay un disco probablemente no tan reciente de UHP, un grupo poco conocido que tiene cosas muy buenas. Tienen una canción llamada 'Un tenedor en el país de la sopa'. Y acaba de salir un libro de un poeta muy reciente, de Mario Obrero.
¿Has escuchado el de Rosalía?
Lo he escuchado con sorpresa. Me ha resultado doloroso escucharlo. Y bueno, yo no me lo trago. Eso de pegar apósitos aquí y allá en la época psicodélica se hacía un poco por ingenuidad, un poco por experimento y un poco con conocimientos. Esto, pues… no vale una mierda. Es la realidad. Hay muchísimas cosas interesantes por ahí. Este caso no. Les puede sonar exótico a una serie de señores por ahí… hay mucha gente que lo pone bien en defensa propia porque tienen mucho que ganar con ello. Yo no tengo nada que ganar ni que perder. A mí me parece una basura. Me parece una tonadillera hortera, como siempre han sido las tonadilleras.
¿Tú le habrías dado la bofetada a Chris Rock?
No. Me parece que Will Smith lo hizo mal. Es un chiste, el humor americano es así, se dicen cosas mucho más hirientes y está diciéndolo en tono de chiste, es evidente que es una broma. En cambio, si un ucraniano mata a un ruso invasor me parece muy bien. Si quieres la paz prepara la guerra. Me parece una consecuencia lógica de recibir una verdadera agresión. A Will Smith no le ha agredido nadie. Creo que está desequilibrado probablemente.
Parece ser que una mirada de su mujer bastó para que fuese a agredir al otro, porque en principio se reía… Pero me parece que carece de importancia ¿a quién cojones le importa Will Smith? A mí la verdad es que me importa un huevo. Me ha importado siempre cero. Me hacía reír como príncipe de Bel Air y alguna vez he padecido en algún avión alguna de esas películas, que las acabo quitando todas. Incluso los documentales que ponen son malos. Señores de Iberia, tenemos muchas horas de viaje, por favor, tengan compasión. Pongan algo mejor.
¿Dónde ves a Ilegales dentro de 10 o 15 años?
Bueno, tengo cierta fama de profeta, aunque me joden los profetas. La naturaleza humana conlleva el final. Es muy previsible, pero llegará un momento en el que me apagaré y la banda se apagará. No sé cuánto tiempo puede llevar. El día que se agoten las canciones – y en Ilegales ha habido momentos en los que no ha habido canciones- no vamos a vivir de rentas. Si hay material tocaremos, con gusto y con placer. Si no, no sé lo que va a pasar. De momento las canciones llegan de manera torrencial, probablemente por este eficaz saqueo que hago del bagaje cultural que me precede. Por esta lectura a veces insomne de un montón de textos, tanto antiguos como modernos.
¿Pero entonces te jubilarás o no?
Sería una estupidez por mi parte. Con una banda en plena forma que da unos conciertos difícilmente igualables, sonando muy bien, sintiendo un placer tremendo de estrujar las guitarras eléctricas, habiendo recuperado las guitarras que nos robaron, eso sí, por métodos poco ortodoxos pero legales… en fin, no veo razón para retirarme.