Eric Clapton, el rey de la Stratocaster, está en crisis. Sus declaraciones durante los meses de pandemia, cuestionando el confinamiento, la gestión de los gobiernos y la efectividad de las vacunas le han valido el símil con el discurso negacionista de Miguel Bosé. Y también, según acaba de contar en una entrevista en el canal YouTube Oracle Films, le ha costado algunas amistades y el vacío de algunos compañeros de profesión.
El mítico guitarrista británico, de 76 años, aseguraba que el único motivo que le había llevado a aceptar ponerse la primera dosis de vacuna contra la covid 19, de AstraZeneca, era la seguridad de sus hijos. Pero nada más hacerlo, desató la voz de alarma: según sus declaraciones, habría perdido la movilidad en los dedos durante tres semanas, y eso le hizo pensar que su carrera terminaba ahí. "Temí no volver a tocar nunca más. Sufro de neuropatía periférica y nunca debí acercarme a la aguja", contó. "Pero la propaganda decía que la vacuna era segura para todos".
El uso específico del término propaganda no fue casual. Ya lo había usado previamente en una carta publicada en la revista Rolling Stone en la que refería varios canales de YouTube que difunden mensajes de tenedencia negacionistas y conspiranoicos: "Es difícil morderme la lengua con lo que ahora sé", decía al respecto.
Esas declaraciones le han pasado factura en lo personal y lo profesional desde entonces. Según él mismo ha dicho en la entrevista citada anteriormente, "He intentado ponerme en contacto con otros músicos. Simplemente ya no tengo noticias de ellos. Mi teléfono no suena muy a menudo. Ya no recibo tantos mensajes de texto y correos electrónicos. Es bastante notable... Me condenaron al ostracismo. Y he podido apreciarlos en todas partes".