Con el mundo de la música llorando la pérdida de Pau Donés a sus 53 años, resulta imposible no volver la vista atrás. Al origen del fenómeno. La Flaca, el tema que dio título al primer disco de Jarabe de Palo allá por 1996, fue también el que marcó un antes y en después en la vida de sus protagonistas. La Flaca no era producto de la fantasía del artista, sino una musa real de "cien libras de piel y hueso" y "40 kilos de salsa" que conoció en La Habana: Alsoris Guzmán. Dos décadas después de aquella canción que ella misma interpretó en el videoclip original, Alsoris vive en Milán, sigue cantando algunas noches y compagina el trabajo con el de camarera en una pizzería. Tiene un hijo de diez años y pareja estable desde hace uno, con quien posa en las imágenes de sus redes sociales. Y aunque aún responde al sobrenombre, lo hace reivindicando su parte del relato.
Todo empezó en 1995, cuando Donés viajó a Cuba para rodar el videoclip de El lado oscuro, con el prepararía una carta de presentación de más empaque para la discográfica Virgin. Allí se plantó con varios compañeros y con Fernando de France, productor del vídeo. La inclemencias climáticas de una semana de lluvia eterna y la improvisación les hicieron desembocar en 1830, una discoteca del Malecón que todos conocían como La Tasca. Allí estaba Alsoris, que trabajaba como modelo. Una historia que relataba el propio Pau en su autobiografía 50 palos: …y sigo soñando (Ed. Planeta).
Al hilo del lanzamiento, en 2017, la propia Alsoris contó su versión de los hechos: "Un buen día aparecieron ellos, buscando una muchacha para un videoclip. Y yo esa noche llegué más tarde. Entonces, al entrar por la puerta con mi vestido rojo me invitaron a un mojito y me preguntaron si me interesaba el trabajo", explicó Guzmán a Cadena Ser. Después se mudaría al hotel donde se quedaba el equipo esos días y acabaría compartiendo habitación con Donés. "La flaca estuvo varios días durmiendo en mi cuarto y yo me enamoré de ella, pero ni caso, claro". Fue una de esas noches, mientras dormía, cuando compuso el tema en apenas diez minutos. "¡Me quedé a dos velas! Por eso escribí eso de que 'por un beso de la flaca yo daría lo que fuera'. Era verdad", contó el vocalista a XL Semanal en plena promoción.
Una versión con la que Guzmán difería: sí hubo beso. En una entrevista con El Mundo, contando cómo esos días de lluvia se convirtió también en guía turística local para el grupo, detalló: "Surgió un beso, pero ya; un beso en el autobús cuando íbamos en viaje por Cuba. Él era una persona tímida entonces, aparte de que éramos muy jóvenes; y a mí no me pidas mezclar el trabajo con otra cosa".
No se volvieron a ver, aunque Donés, también hace dos años, le dedicó públicamente estas palabras a través del mismo periódico: "La sigo queriendo un montón (…) Efectivamente, gracias a la inspiración de esa mujer se pudo escribir esa canción de la que hemos gozado millones de personas".
Una valor que hoy, tanto Alsoris como su familia reivindican. Aunque el clip de El lado oscuro no llegó a grabarse, cuando Pau enseñó a los allí presentes lo que había compuesto, se apresuraron a grabar in situ una versión acústica con su protagonista. "Me llevaron allí y allá, íbamos de parranda, de gozadera, pero no me dieron nada. Qué me iban a dar si no tenían ni para ellos. Pau durmió en mi casa cinco días porque no tenían para el albergue…", explicaba a El Mundo. Un vídeo que no cobraría fama hasta un par de años más tarde de su creación, en el 97, y tras popularizarse la canción gracias a un anuncio de Ducados.
Un boom que a Alsoris le pilló recién llegada a Italia y del que, cuenta, supo gracias a una de sus hermanas, que entonces vivía en Madrid. "¿No me corresponderá algo por el uso de mi imagen?", preguntaba a El Mundo. "Porque soy la única protagonista de una canción a la que nunca se le ha dado beneficio de nada. Y él sigue usando mi imagen, aparece en el libro y todo…", decía en 2017. Intenciones que secunda "su hermana", Olga Santos, a través de mensajes publicados en su cuenta de Facebook.
En este tiempo, Alsoris ha seguido con su vida en el anonimato en Milán, donde cría sola a su hijo de diez años, fruto de una relación anterior. En principio trabajó como vedette y cantando como vocalista del grupo Alsoris y los que Son de Cuba. Trabajo que ha seguido compaginando en mayor medida con otros como niñera, cuidadora de personas con Alzheimer y, actualmente, como relataba a Vanitatis tras conocerse la noticia del fallecimiento de Donés, como camarera en una pizzería donde también algunas noches canta. "Siento mucho su muerte, tanto… Me da mucha pena", cuenta a la publicación.
Algo menos anónima y con muchas más vivencias a sus espaldas, La Flaca, a quien ya apodaban así en su tierra cuando Pau aterrizó por allí, ahora no se siente tan cómoda con el sobrenombre ni con el protagonismo. Y fantasea, como recoge Vanitatis, con haber puesto voz y canciones propias a su historia en la música.