El cantante Georgie Dann, creador de grandes éxitos intergeneracionales, ha fallecido hoy a los 81 años en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, donde tenía previsto someterse a una operación de cadera. Sus grandes éxitos se sitúan en la década de los 70 pero especialmente en los 80, convirtiéndose en uno de los grandes creadores de la canción del verano, en concreto a mediados de los 90 cuando alcanzó su gran éxito: 'La barbacoa'.
Nació en Francia, en una familia de músicos y artistas, por lo que su faceta musical no es de extrañar. Pero antes de triunfar y hacernos bailar con los estribillos más pegadizos que han ido pasando de generación y generación y siguen sonando en las fiestas, estudió durante años en el conservatorio de París. Gracias a su formación con el clarinete, el saxo y el acordeón se convirtió en un gran músico de jazz, quizá su gran secreto para luego cantar algunas de las letras más bailables de la historia de la música.
Según contó en alguna ocasión, el afán por hacer música festiva surgió dando clases a niños en París, Dann había estudiado Magisterio y llegó a ser nadador profesional, pero se decantó por entrenar la voz más que los músculos. Tal y como recoge El Mundo, los alumnos respondían de manera positiva al aprenderse las clases más rápido si seguían un hilo musical, y así fue como aparecieron sus primeros temas, entre ellos 'El bimbó' en 1975. Más allá de su 'barbacoa' o esta última, Georgie Dann fue el creador de grandes éxitos veraniegos
Quizá desde 'La barbacoa' no ha tenido la misma repercusión con los nuevos temas, pero ha seguido viviendo de ellos, cantándolos por todas partes y sonando en plazas de pueblo o discotecas. Eso sí, se ha tomado la vida y el verano de forma más tranquila, tanto que en 2012 incluso llegó a decir que ese agosto se lo tomaría de vacaciones, y así lo hizo, se fue al Caribe.
Su primera parada en nuestro país fue porque venía a representar a Francia en el Festival del Mediterráneo. Pese a que estaba todo medido con un micro de pie y poco movimiento, en su día contó que con la iluminación y la orquesta se vino arriba y comenzó a bailar durante la actuación. "Todos se preguntaban quién era aquel tío que se movía tanto", recordó hace un tiempo.
En su aterrizaje en España, cuando empezaba a degustar la fama y los primeros éxitos musicales le llegó el amor. Recién instalado en Madrid, cayó rendido ante Emy, una de sus bailarinas en 1974 con la que se casó en ese mismo año y con la que tuvo tres hijos.