El Madrileño ya está aquí. El álbum más ambicioso e intergeneracional de C. Tangana (Antón Álvarez) se publicó anoche en plataformas digitales. Cargado de referencias a la cultura popular española -tanto por la estética audiovisual como por las colaboraciones-, Álvarez aspira dar un vuelco en su carrera y comienza a labrar un legado no solo para los "chavales", sino para un espectro más amplio de la sociedad. Para ello se ha rodeado de artistas como Eliades Ochoa, Kiko Veneno o La Húngara. Y también ha 'resucitado' al logroñés Pepe Blanco, referente absoluto de la copla del siglo XX, a través de unas declaraciones que el músico realizó con el objetivo de poner en valor a los artistas españoles. ¿Quién es Pepe Blanco y qué aportó a la cultura de nuestro país?
Antes de comenzar, es necesario apuntar que para escuchar las declaraciones originales debemos acudir a la plataforma de música en 'streaming' Spotify. Es allí donde han sido incluidas en boca de Blanco. En el videoclip de Youtube, el alegato en favor de los músicos españoles lo encarna el actor Imanol Arias (64 años), postrado sobre la barra de un bar, enfrente de la vitrina de las tapas. La canción se llama 'Cuándo Olvidaré'.
"Creo que la canción española es del pueblo, es racial, es de raza. Te voy a decir una cosa, cuando yo he oído cantar en el extranjero -he corrido el mundo, he corrido el mundo cantando, no todo porque sería mucho, pero bastante- he llorado viendo cantar a cualquier artista español. Porque no puede cantar un inglés un fandango, una jota o un pasodoble. No puede cantarlo. En cambio, yo cantaría lo que canta ese gran artista, Sinatra. Lo cantaría yo. (Canta como Sinatra). Pero no puede cantar: 'ayy, ayyyyy, olé'. Como canta (Rafael) Farina o Antonio Molina".
Blanco dijo estas palabras en una entrevista concedida al programa 'Cantares', de Televisión Española. Fue allí donde Álvarez vio una oportunidad de reforzar su idiosincrasia, tal y como afirma en una entrevista a El Independiente. El discurso se mimetiza a la perfección con la intención de Álvarez de apostar por un sonido ligado a las raíces de la música en español.
La Real Academia de la Historia recoge la vida de Blanco, marcada por el trabajo desde muy joven y la guerra civil. Siendo tan solo un niño trabajó como carretero hasta los 16 años, edad en la que entró en una casa de coches de alquiler. Tiempo después, al conseguir el carnet de conducir, fue chófer hasta que se hizo con un taxi propio.
En 1935, un año antes de la guerra civil, se casó con Rosa Sistiaga y se instaló con ella en Cenicero, municipio logroñés de unos 2.000 habitantes en la actualidad. Allí continuó con su labor como taxista y también se ocupó del bar del casino. Una vez terminada la guerra, siguió dando vueltas con su taxi en Logroño ciudad.
En aquella etapa, Blanco ya era conocido por participar en concursos y actuar en locales, tales como el Café Ibiza, que irónicamente se encontraba junto a la parada de taxis. Fue en el año 1942 cuando se dio conocer al público general, cuando actuó en el Teatro Price de Madrid. Desde entonces comenzó a grabar discos.
Tres años después de su concierto en el Price, primer punto de giro de su carrera musical, Pepe Blanco se unió con la cantante Carmen Morell para formar el gran dúo de la historia de la copla española. El éxito fue tal que la pareja cruzó el Atlántico para ofrecer una gira de casi dos años en América. Al regreso de su gira americana, ofrecieron una gira española cuyo punto de partida fue el Teatro Calderón de Madrid con su espectáculo 'Aventuras del querer'. Tras aquellos años dorados, la dupla se separó. Blanco falleció en diciembre de 1981.
El logroñés era un entusiasta de la cultura española y de Madrid, demostrando su apego por la capital en canciones como 'Cocidito Madrileño'. En ella reniega de la sofisticación culinaria de las grandes capitales del momento y muestra su devoción por el plato estrella de Madrid, el cocido.
"No me hable usté de los banquetes que hubo en Roma, ni del menú del hotel Plaza en New York, ni de faisán, ni de los foigrases de paloma, ni me hable usté de la langosta al thervidor. Porque es que a mí sin discusión me quita el sueño, y es mi alimento y mi placer, la gracia y sal que el cocidito madrileño le echa el amor de una mujer", cantaba.
Y llegamos al momento actual, donde C. Tangana realiza un homenaje a Pepe Blanco en el que el tiene la osadía de incluirle como colaborador, pese que en 2021 se cumplirán 40 años de su fallecimiento. Álvarez se ha esmerado para que la canción sea difícilmente etiquetable en un género concreto, alternando la guitarra española con su voz filtrada con 'auto-tune' (procesador que se utiliza para afinar el audio y/o dotarle de efectos diversos, como el eco o la robotización de la voz) y algunos ritmos latinos tradicionales.
El tema de la canción es el desamor, muy recurrente en la obra del joven compositor madrileño. "Nostalgia, de escuchar su risa loca, y sentir junto a mi boca, como un fuego su respiración. Angustia, de sentirme abandonado, y pensar que otro a su lado, pronto le hablará de amor". Este fragmento es, realmente, una interpretación del tango 'Nostalgias', escrito por Enrique Cadícamo y cantado por Plácido Domingo.
Pero hay más. Tal y como cuenta el propio Álvarez en el 'Storyline' de la canción en Spotify, la canción viene cargada de referencias que demuestran su carácter melómano, el 'diggin' que hay detrás de todo el disco. Una parte de la melodía es realmente un arreglo de la canción cubana 'Cuándo Llegaré al Bohío', presente en la tradición popular del país caribeño. Por su parte, el estribillo (pasan los días) se ha extraído de la canción 'Pasan los Días de la Tana', producida por Paco de Lucía.
"El compendio de todo esto es El Madrileño", zanja el artista.
Al final, el ídolo ávido de dólares ha encontrado una identidad propia e intransferible a través de la fusión extrema de lo castizo y lo moderno. Se deshace, al mismo tiempo, de la contradicción que le ha perseguido desde la publicación de LOVE'S (2012), su primera gran rotura con el rap de toda la vida: salirse del rap desde el rap, como él mismo ha reconocido. Es difícil saber hacia dónde irá su carrera musical ahora, pero lo que parece claro es que su intención, una vez finalizado el disco, será parecerse más a Julio Iglesias que a Kanye West.
Lo que sí sabemos, a tenor de su desamor crónico, es que Demasiadas Mujeres ingobernables le han partido la cara, le han dejado de querer. Si va a cambiar, si se librará del veneno que lleva dentro, si será Nominao' al Grammy Latino o tocará en Hong Kong es algo que no puede afirmarse por el momento. En cualquier caso, su público espera que no cambie, porque haga lo que haga, Los Tontos seguirán Muriendo de Envidia. En resumen, que El Madrileño es para siempre.