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La receta secreta de la pianista francesa Colette Maze para llegar en forma a los 106 años

  • Colette Maze es una pianista francesa que a sus 106 años sigue tocando cada día

  • Durante este año tiene previsto lanzar su sexto disco, un homenaje a Claude Debussy

  • Tras tantos años, conserva la agilidad en sus dedos, según ella, gracias al yoga que practica cada día

Más de 100 años tocando el piano. Parece una afirmación imposible de ser cierta para cualquier mortal, pero Colette Maze no es cualquier persona. Maze cumplirá 107 años en junio, pero lleva desde los cuatro sumida entre notas y melodías de piano, cuando comenzó a tocar. Ahora la pianista francesa está a punto de publicar el que será su sexto álbum, que ha grabado en los últimos meses y que será un homenaje a Claude Debussy, al que ya ha rendido homenaje en discos anteriores.

El yoga, su mayor secreto

Pero, ¿cómo es posible poseer tal agilidad con sus dedos a los 106 años? Su forma de tocar es delicada, pues parece que en vez de apretar cada una de las teclas del piano simplemente las roza para que el sonido haga magia en nuestros oídos. Su secreto para seguir en activo después de cumplir los 100 años: el yoga. Según ha contado en varias entrevistas a diferentes medios, los ejercicios de yoga que practica a diario le hacen mantener su vitalidad, pero también la gimnasia y el baile que realizó durante años, ejercicios expresivos que le hacían mover absolutamente todo su cuerpo.

En su opinión, es esto lo que le ha permitido seguir manteniendo la agilidad de sus dedos hasta ahora. Más de 100 años tocando el piano que la han salvado en más de una ocasión. Su familia era de clase media, pero la educación que recibía era muy estricta así que la música le permitía encontrar la calma que necesitaba en cada momento.

Ligada al piano desde los 4 años

Además, desde pequeña sufría ataques de asma, y era precisamente el piano lo que la ayudaba a mejorar su respiración y a sentirse mejor, por lo que desde pequeña se sintió muy ligada al instrumento. Poco a poco fue mejorando su técnica hasta que en su adolescencia entró en la École Normale de Musique de París, donde comenzó su carrera hasta convertirse en profesora de piano.

No fue hasta comienzos de los 2000, tras años dando clases de piano, cuando se lanzó a grabar su propia música u homenajes a artistas importantes para ella y así recogerlos en discos que ha ido publicando en los últimos años. Ahora, en su casa de París tiene cuatro pianos que toca a diario. Con sus dedos interpreta desde a Debussy, uno de sus autores favoritos y protagonista de su sexto álbum, a otros como Robert Schumann, Astor Piazzola o Franz Liszt.