'The last of us', la adaptación del videojuego homónimo en HBO, es la serie del momento. No solo ha sido aclamada por los fanáticos del título original por su fidelidad, sino que ha capturado la atención del público y ha recibido los parabienes de la crítica. Sin embargo, con la emisión de su tercer episodio, titulado 'Long long time', ha levantado muchas ampollas entre un ruidoso sector de su audiencia masculina. ¿El motivo? Destinar la mayor parte de sus 75 minutos a contar una relación romántica entre dos hombres blancos durante el fin de la civilización.
El episodio se toma un respiro en la trama principal de la serie para centrarse en los personajes de Bill, interpretado por Nick Offerman, y Frank, a quien da vida Murray Bartlett. Todo gira en torno a la preciosa historia de amor que nace entre ambos en un ambiente nada propicio para el romance. Más allá de que suponga un desvío con respecto al juego, que no desarrolla tanto a estos personajes, el capítulo ha desatado, una vez más, la ira de la audiencia más homófoba.
La reacción de estos espectadores soliviantados por ser testigos de una relación homosexual en la pantalla ha sido inundar internet de 'review-bombing' para hundir la reputación de 'Long long time'. ¿Qué significa este término? Pues emitir críticas negativas en masa en los diversos agregadores de opiniones sobre un determinado producto audiovisual, ya sea serie, película o videojuego, por cuestiones que no tienen tanto que ver con la producción como con tintes sociopolíticos. Con el evidente efecto negativo que eso supone para dicho producto.
Sólo hay que echar un vistazo a las puntuaciones en IMDB, la base de datos del audiovisual donde los usuarios pueden poner nota a los episodios de televisión. Los dos primeros episodios de 'The last of us' tienen una media de 9,2, mientras que el de la discordia baja hasta el 7,9. Mientras que un 53,3% de los votantes han optado por dar un 10 al capítulo, un 28,3% directamente le ha dado la peor nota posible, un 1, lo que en estos momentos supone más de 35.000 votos.
También es llamativa la cantidad de usuarios que entraron en IMDB para valorar el episodio: un 102% más de votos que la anterior semana. Por más que el episodio haya concitado unanimidad en cuanto a su calidad entre la crítica, tiene una campaña organizada en contra que distorsiona su valoración final.
Otro vistazo a los comentarios vertidos en Metacritic avala que lo que hay detrás de esto es simple y llana homofobia: "Basta de agenda LGTB", "Otra mierda woke para volver a la gente blanda", "Incómodo de ver", "Capítulo asqueroso de inclusión forzada" o "¿Por qué LGTB? ¿Por qué no enseñar a una pareja heterosexual?".
Desgraciadamente no es la primera vez ni será la última que un producto audiovisual es víctima de una oleada de este tipo de ataques furibundos lanzados desde una masculinidad frágil. Aún está reciente la campaña de acoso y derribo que padeció 'El señor de los anillos: los anillos de poder' por apostar por un reparto con diversidad racial de elfos afrolatinos y heroínas empuñando espadas. Incluso la todopoderosa Marvel ha visto cómo series como 'Ms Marvel' o 'Hulka' cosechaban peores reacciones por el solo hecho de estar protagonizadas por personajes femeninos.