John John Kennedy y Carolyn Bessette: continúa el misterio en torno al accidente que acabó con sus vidas

  • Como cada verano, los norteamericanos reviven el mito y publican imágenes y mensajes en redes

  • La serie 'American Love Story', dirigida por Ryan Murphy, retratará el romance que culminó en una tragedia aérea

  • ¿Qué llevó al único hijo varón de JFK a pilotar su avioneta cuando todas las circunstancias eran adversas?

Se cumplen 24 años del accidente aéreo en el que murieron John John Kennedy, el único hijo varón de JFK y Jackie Kennedy, y su esposa Carolyn Bessette. Con su historia de amor, que nació a primera vista, arranca Ryan Murphy la serie 'American Love Story', de inminente estreno. Más allá del romance, la tragedia conmocionó a la población estadounidense de 1999 y confirmó la maldición de la familia más poderosa de Estados Unidos. Sobrecoge saber que todavía hoy quedan incógnitas sin resolver. La principal: ¿qué responsabilidad tuvo John John, que era quien pilotaba la avioneta?

Una vida marcada por la muerte

La primera imagen que nos viene a la memoria al mencionar al hijo de JFK es la de aquel niño en pantalón corto y abriguito azul que se llevó la mano derecha a la sien para despedir con el saludo oficial la carroza fúnebre con el cadáver de su padre, el presidente John Fitzgerald Kennedy. Ocurrió en Washington DC el 25 de noviembre de 1963 y John John celebraba su tercer cumpleaños.

Desde ese momento, una parte de la sociedad norteamericana necesitó ver en él su viva imagen y el hombre clave para volver a instalar al clan Kennedy en el poder. También su padre lo había sido después de que su hermano Joseph P. Kennedy Jr. (1915-1944), el mayor de los nueve hijos de Joseph P. Kennedy y Rose Fitzgerald, perdiese la vida en un accidente durante una misión secreta durante la Segunda Guerra Mundial.

Impulsivo en su vida personal

Con él tiempo, John John se reveló carismático, seductor, pragmático, seguro de sí mismo y racional, pero con una personalidad compleja en lo personal. Igual que el padre. Dio motivos a la opinión pública para dibujar en él un hombre impulsivo, irracional e imprudente. Lo era también en sus conquistas amorosas, aunque cualquier consideración se hacía desde una visión romántica. A pesar de las expectativas puestas en él, la política no estuvo en sus planes iniciales y se convirtió en editor, lanzando al mercado la revista George, cuyo subtítulo, 'Not just politcs as usual', era suficientemente aclaratorio.

Llegó a ser el hombre más deseado de EEUU, el más sexy del mundo en cualquier lista. Cuando conoció a su mujer, en 1994, mantenía una relación poco aceptada en la familia con la actriz Daryl Hannah. En esa época Carolyn trabajaba como relaciones públicas para Calvin Klein y se la conocía con el apodo de The Look, por su seguridad en sí misma y su inteligente visión en el mundo de la moda. Ambos se encontraban corriendo por Central Park y hubo flechazo instantáneo. Un año después, durante una excursión a la isla de Martha’s Vineyard, le pidió matrimonio con un anillo rodeado de diamantes y zafiros.

Una vida alejada de los focos

Las condiciones en las que se celebró el enlace, en septiembre de 1996, anticiparon cómo sería su matrimonio. Carolyn, reacia a ser foco de atención mediática, pidió absoluta privacidad. La ceremonia tuvo lugar en una pequeña isla frente a la isla Georgia con la única asistencia de los familiares y amigos más cercanos. Carolyn lució un vestido lencera de crepé de seda creado por Narciso Rodríguez. La esposa nunca ocultó su incomodidad si se sentía mirada o perseguida por la prensa, por lo que no pudo evitar las críticas de quienes veían en ella una mujer arisca.

A pesar de su exagerada discreción, accedió asistir a la boda de la prima de su marido, Rory Kennedy, con Mark Bailey, que tendría lugar en la isla de Martha's Vineyard. Pero puso como condición la compañía de su hermana Lauren, una exitosa banquera de Morgan Stanley, que aprovecharía el viaje para reunirse con amigos.

¿Por qué se estrelló la avioneta?

Aquella avioneta, que salió el 16 de julio de 1999, nunca llegó a su destino. A las 21.41 h. se estrelló en el mar y sus tres ocupantes murieron en el acto. Los restos mortales fueron encontrados tres días después a la deriva. ¿Qué ocurrió? En ese momento, John John se estaba recuperando de una fractura de tobillo. Hacía pocos días que se le había retirado la escayola de la pierna. Era también la primera vez que viajaba en su nuevo avión Piper Saratoga sin su instructor. A ello se le sumó que aquella era una noche de niebla y, por tanto, con muy poca visibilidad. Otros pilotos se abstuvieron de volar.

El joven impuso su carácter impulsivo y, un año después, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EEUU lo confirmó al determinar que el accidente fue debido a "una desorientación espacial" provocada posiblemente por la falta de pericia del joven, que le hizo perder el control del avión. No pudo hacer nada cuando empezó a precipitarse al agua en medio de una noche caracterizada por la mala climatología. "No está listo para una evaluación de instrumentos. Necesita entrenamiento adicional", zanjaba un examen anterior.

Intercambio de reproches

Con la tragedia arrancó una leyenda con rumores y conjeturas para todos los gustos. Periodistas, biógrafos y analistas indagaron en la vida del matrimonio para tratar de reconstruir los últimos días de su vida. Al parecer, John John estaba dejando atrás una época convulsa. La crisis financiera le había obligado a sopesar la venta de su revista George al grupo Condé Nast, de Steve Florio. Por otra parte, parecía dispuesto a emprender por fin su propio proyecto político. Empezaría por una candidatura a gobernador de Nueva York como paso previo a la Casa Blanca. Ver a su hijo ocupando el poderoso sillón del Despacho Oval era también el gran anhelo de su madre, Jackie.

La relación con su esposa podría estar atravesando un fuerte bache. A ella se le hacía difícil la falta de intimidad y verse continuamente expuesta en medio del coso mediático. También parecían insalvables sus diferencias en cuanto a la idea de tener descendencia. Pero el escollo fundamental era su fama de mujeriego y algunas versiones apuntan a que pudo haber pasado las noches anteriores al accidente en un hotel junto a la modelo Julie Baker, una de sus ex.

Pero se propagó también una corriente contraria a Carolyn tachándola de esposa neurótica, controladora, frígida y consumidora compulsiva de cocaína. La familia Bessette, que acababa de perder a dos de sus hijas, emitió un comunicado en el que destacó: "Cada una de estas tres personas jóvenes representaban el amor, el éxito y la pasión por la vida". Una vez pasado el luto, decidió reaccionar a las acusaciones que se habían vertido contra su hija y exigió reflexionar acerca de la negligencia de John John como única causante de las muertes. La batalla se zanjó con un acuerdo extrajudicial millonario que pudo incluir una cláusula de silencio.

Su recuerdo continúa en Instagram

Lauren tenía 34 años, Carolyn 33 y John Kennedy Jr 38. Con sus vidas, el océano engulló las respuestas a las preguntas que todavía se repiten de forma insistente. ¿Qué pasó en la cabina de la Piper Saratoga aquella noche de julio? ¿Fueron conscientes los tres ocupantes de su final? El matrimonio quedó atrapado en el halo de un mito que revive cada verano. En Instagram se sigue difundiendo su imagen como referente de estilo y de ese sueño genuinamente americano que, en este caso, se queda en lo que pudo haber sido.

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