Vuelve la serie 'V' a nuestras vidas: curiosidades sobre los lagartos alienígenas que marcaron a toda una generación

El 2 de febrero de 1985 comenzó a emitirse en España una serie que marcaría a toda una generación de televidentes. Era 'V (Los visitantes)' y la protagonizaban unos lagartos venidos del espacio que llegaban a la Tierra en aparente son de paz pero con aviesas intenciones. A nuestro país desembarcó dos años después de su estreno en EEUU, pero se convirtió en un boom como pocos se habían visto. Ver a la malvada Diana abriendo su boca más allá de lo razonable para engullir un ratón fue uno de los mayores impactos televisivos de los años 80. Se desató una fiebre por la serie potenciada por los pósters, cromos, pegatinas y todo tipo de merchandising que inundaban los kioscos. Era llegar el sábado a las 7 de la tarde y había que dejar todo lo que se estuviera haciendo para ponerse delante del televisor. Y al día siguiente no se hablaba de otra cosa.

La serie, que ahora llega a HBO Max, tenía todo lo que tenía que tener un producto audiovisual para enganchar a la generación de 'Star Wars' y la sci-fi fantástica de la época. Unos personajes carismáticos que se convertirían en iconos de la cultura popular -desde la ya mencionada Diana hasta el heroico líder de la resistencia Mike Donovan, pasando por la bióloga Juliet Parrish, el rudo y expeditivo Han Tyler o Elizabeth, la 'niña de las estrellas'-; unos efectos especiales que hoy pueden resultar anticuados pero que en su momento nos resultaban muy efectivos, y una trama adictiva como pocas. Veamos algunas curiosidades de la serie más popular de los 80.

Dos miniseries y una serie regular

En realidad 'V' era inicialmente una miniserie de dos capítulos de hora y media de duración estrenados en 1983 que tuvieron continuidad con otra miniserie de tres capítulos más el año siguiente 'V: la batalla final'. A partir de ahí pasó a una serie regular más episódica con una tanda de 19 capítulos.

Sorprendentemente, la NBC decidió cancelar V antes de lo previsto debido al descenso de las audiencias con esa tercera tanda. Eso hizo que la serie ni siquiera tuviera un final que diese sentido a la historia. La serie nunca tuvo continuidad en televisión, aunque sí en novelas y cómics, y el público se quedó consternado y con ganas de saber qué pasaba.

Alusiones nada veladas al nazismo

La idea inicial del creador de la serie, Kenneth Johnson, era tratar el ascenso al poder de un movimiento similar al nazismo inspirándose en el libro de Sinclair Lewis 'No puede suceder aquí', escrito en la década de 1930. Sin embargo, la NBC no quería meterse en terreno pantanoso y le pidió a Johnson que tirara por la ciencia ficción y los extraterrestres. En cualquier caso, el cineasta no se olvidó de incluir referencias a la ocupación nazi y a la resistencia. El famoso símbolo de los visitantes era una clara evolución de la esvástica.

Sin pasta para lásers

En 1983 no era usual emplear grandes presupuestos en productos televisivos, y los efectos especiales tampoco eran tan accesibles como ahora. Por entonces, simular un disparo de láser costaba alrededor de 1.000 dólares porque debían ser añadidos en post-producción. Como los costes eran muy altos se decidió que solo dispararían lásers los extraterrestres, mientras que los miembros de la resistencia usaban armas convencionales.

Freddy Krueger era un lagarto

Robert Englund interpretó al bonachón Willy, un visitante que no comía ratones ni humanos, ya que era vegetariano. Era un alienígena con tan buen corazón que terminó formando parte de la resistencia ya que no terminaba de ver con buenos ojos los métodos de los extraterrestres. Solo un año después Englund cambiaría dramáticamente de registro para enfundarse las cuchillas y el sombrero de Freddy Krueger, el psychokiller más popular de los 80, en la saga de 'Pesadilla en Elm Street' .

La mala más mala en España

Diana se convirtió en la mayor villana de la época, con permiso de Angela Channing ('Falcon Crest'), y la actriz que le daba vida, Jane Badler, fue en uno de los rostros más populares de los 80. Eso le permitió continuar su carrera en nuestro país. Interpretó dos papeles en 1989 a las órdenes de José Antonio de la Loma ('Oro fino') y José Ángel Rebolledo ('Lluvia de otoño'). También participó muchos años después en 'De chica en chica', ópera prima de la cortometrajista Sonia Sebastián. Entre 2009 y 2011 retomó su rol de Diana en una nueva versión de 'V', junto a Morena Baccarin y Elizabeth Mitchell, que jamás rozó el éxito y popularidad de la original.

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