El nuevo año ha llegado con importantes novedades a nivel fiscal y económico que afectan a un gran número de ciudadanos. Y es que el Ministerio de Hacienda aplicará una rebaja en el Impuesto de la Renta para las Personas Físicas (IRPF) para las rentas más bajas.
Creada con el objetivo de ayudar a los contribuyentes que más lo necesiten, esta medida, acompañada de un incremento en el gravamen que se aplica a las rentas más altas (para las rentas del capital de entre 200.000 y 300.000 euros, se amplió el porcentaje a un 27%, mientras que para las de más de 300.000 euros se incrementó hasta un 28%), extendió la reducción por rendimientos de trabajo, que hasta entonces se aplicaba a las rentas brutas de hasta 18.000 euros, hasta alcanzar a todos los trabajadores con un salario bruto de hasta 21.000 euros, y según los cálculos del organismo, beneficiará al 50% de los trabajadores del país. Además, y como consecuencia de esta ampliación, se amplió el mínimo exento de tributar de 14.000 a 15.000 euros.
En un primer momento, todos los trabajadores que tuvieran una renta superior a ese límite de 21.000 euros brutos quedarían exentos de la reducción. Sin embargo, hace el Ministerio de Hacienda anunció que aplicará también un ajuste técnico en el IRPF a los trabajadores que tuvieran unos rendimientos brutos de trabajo de entre 22.000 y 35.000 euros anuales.
En concreto, el Ministerio de Hacienda ha modificado la tabla de retenciones de la Renta para este 2023, de tal manera que se reducirá también la cuantía retenida para las personas que tengan un salario bruto comprendido entre los 22.000 y los 35.000 euros.
El objetivo de esta medida es evitar una brecha fiscal entre los trabajadores que cobren 21.000 euros brutos anuales y aquellos que perciban una nómina ligeramente superior. Tal y como señala el propio Ministerio, anteriormente un contribuyente casado y con dos hijos que obtuviera una renta de 22.001 euros al año debería asumir una retención de 2.303,22 euros, mientras que otro contribuyente en su misma situación familiar que cobrase 22.000 euros anuales justos solo tendría que asumir una retención de 1.186,14 euros. Es decir: un solo euro de diferencia entre ambas nóminas aumentaría la retención a aplicar en más de 1.000 euros.
Esta medida, que podría generar una mejora en la nómina de algunos trabajadores de más de 1.000 euros, no se aplicará a todos los contribuyentes, sino a aquellos que cumplan con ciertas condiciones.
En concreto, la rebaja se aplicará a los contribuyentes con pareja cuya renta no supere los 1.500 euros anuales y a aquellos que no tengan derecho a las reducciones para familias monoparentales. Además, la reducción aplicada irá disminuyendo a medida que las rentas se acerquen a los 32.500 euros para evitar posibles injusticias fiscales.
En total, se calcula que esta nueva rebaja afectará a un 5% de los empleados incluidos en el tramo del IRPF entre 22.000 y 35.200 euros, que suma más de cinco millones de cotizaciones.