Las cinco estafas más comunes al comprar un coche de segunda mano

La adquisición de un coche no sólo es una compra que puede hacer más práctica nuestra vida, pues es una compra importante que se lleva años de ahorros o la materialización de una meta de vida, razón por la cual es importante preocuparse y tomar en cuenta ciertos aspectos a la hora adquirirlo, especialmente cuando se trata de desembolsar en la compra de un auto de segunda mano.

Cada vez más gente se plantea si debe comprar un coche nuevo o de segunda mano, ya que se pueden lograr notables ahorros en unidades seminuevas o usadas, siempre y cuando estén en buen estado y sin sorpresas desagradables. Al ser una actividad con mucho movimiento, y dinero de por medio, es más fácil toparse con algún sinvergüenza. 

Y es que las estafas en las ventas de coches de segunda mano están a la orden del día, por ese motivo te damos una serie de consejos para evitar que te lo hagan a ti.

Cuentakilómetros trucado

El principal indicador del valor de un vehículo es el kilometraje, ya que cuanto más alto sea, más desgaste acumula y mayor es la probabilidad de una avería. Por lo tanto, rebajando os kilómetros del marcador se puede pedir más por el vehículo.

¿Cómo detectar una alteración en el cuentakilómetros? Para cifras inferiores a los 100.000 km no debería haber desgaste excesivo en pedales, volante o botones. Pide siempre documentación sobre mantenimiento e ITV pasadas, si no te la pueden proporcionar, desconfía inmediatamente. Puedes proponer al vendedor realizar una revisión exhaustiva por parte de profesionales -tendrás que pagarla tú- que acredite el estado del vehículo. Si se niega, mala señal.

En los tableros digitales puede ser más fácil descubrir el engaño; ya que en ocasiones puede usarse una máquina de diagnosis para obtener el kilometraje registrado en la centralita.

El vendedor no es propietario 

Además de los coches que puedan haber sido robados o sustraídos, existen vehículos de renting, embargados, comprados a plazo, o incluso situaciones complicadas entre familiares del propietario. No pagues el coche a nadie que no sea el titular.

El vehículo no existe

Hay timadores que ponen anuncios con fotos de coches que han sacado de Internet. Para que más gente pique el anzuelo, el precio suele ser muy atractivo. Suelen tener una historia bonita con elementos añadidos, como que es un coche que ya no puede usar el antiguo dueño por haberse ido al extranjero, ser un extranjero que ha retornado a su país, ser una herencia de su abuelo, etc.

Todos estos vendedores tienen una cosa en común: no están cerca del coche. Como norma general, no te fíes de vehículos que no hayas visto en persona, ni adelantes dinero en concepto de señal: el típico truco de vendedor es avisarte de que hay más interesados y que se lo venderá al primero que le dé una señal.

Documentación falsificada

Al requerir la documentación de un vehículo en el que estamos interesados podemos ser víctimas de una falsificación de sus papeles. Pueden provenir de papeles originales tras recibir algo de retoque digital, tener mezclas de varios papeles o ser totalmente ficticios. Este tipo de estafa es más difícil de detectar sin ser un profesional. En España es relativamente fácil, pidiendo los datos a la DGT todo sale a la luz, pero en un país extranjero hay que saber a qué autoridad acudir para comprobar la autenticidad de la documentación, o confiar en un profesional que se dedique a eso.

Problemas ocultos

Todo problema que no ha sido reportado por el vendedor ni el comprador conoce es un vicio oculto. Infórmate de las condiciones de garantía –o si las hay, siendo un modelo antiguo. En España los particulares deben proporcionar seis meses de garantía ante vicios ocultos, las compraventas deben dar un año de garantía, aunque hay modelos que se ofrecen sin garantía alguna para uso profesional. En la medida de lo posible, evita esto último.

Las pistas para detectar estafas son las mismas: precios chollo pueden esconder sorpresas o es alguien que no sabe lo que vende, faltas de ortografía y expresión, fotos de baja calidad o que no muestran la matrícula, imposibilidad de hablar por teléfono, urgencia para vender, etc. No hay que adelantar dinero que no se pueda rastrear, y, en general, hay que ser desconfiado. Intenta contrastar toda la información que te proporcione el vendedor y busca incongruencias o poco ánimo de colaborar. Si tienes muchas ganas de comprar un coche muy concreto, no las muestres, te hará vulnerable.