Sabina y Hacienda ya son enemigos íntimos. El Tribunal Supremo ha considerado que no hay razones para examinar el caso del cantautor después de que este presentara un recurso contra la sentencia Audiencia Nacional que lo condenaba a pagar a Hacienda 2,5 millones de euros en impuestos por el IRPF de los años 2008, 2009 y 2010 en concepto de derechos de autor, cedidos a empresas familiares. Sabina alegaba desconocer esas empresas pero la Audiencia Nacional no le ha creído.
Según publicaba la agencia EFE este miércoles, la Sala de lo contencioso-administrativo del alto tribunal ha rechazado el recurso de casación presentado por el cantante contra la sentencia de abril de 2022 de la Audiencia Nacional, que confirmó que las liquidaciones eran conforme a derecho. Punto final para un litigio entre Sabina y el Tribunal Económico-Administrativo Central (CEAC) en la Audiencia Nacional.
La sentencia fue dada el 13 de abril y, según la misma, Sabina sería socio o administrador de tres empresas: Ultramarinos Finos, Relatores y Pan de mis Niñas. Al parecer, siempre según la sentencia, con ellas gestionaba sus derechos de autor, pero no solo eso, sino también varios inmuebles, un velero y algunos libros antiguos. Digamos que al 'tercerizar' la gestión de los derechos de autor, el compositor se abstuvo de pagar el 15% de IRPF que debía liquidar por dichos ingresos. En los años investigados, señala la agencia, estas sociedades generaron más de 12 millones de euros en ingresos de explotación que procedían de las actividades del artista.
Sabina, según señala la nota de EFE, "había cedido a las otras dos sociedades derechos de autor de su obra y de la que compusiera en un futuro y por esta cesión no percibía cantidad alguna, según sus declaraciones tributarias, y el total de los ingresos de explotación de dichas entidades procedía de la explotación de los referidos derechos de autor. Como consecuencia de la regularización practicada por Hacienda, se dictaron acuerdos de liquidación a estas tres empresas por su Impuesto sobre Sociedades, considerándose que los servicios prestados por el artista a la sociedad eran un gasto relacionado con los ingresos y, por tanto, deducible de la cuenta de resultados de la sociedad".
El cantante, que al cierre de esta nota no había dicho esta boca es mía, tiene conciertos previstos todo septiembre, con llenos totales en Sevilla, Granada, Pamplona, Barcelona y París.