El diario El Mundo ha publicado una interesante herramienta interactiva para calcular el importe que necesita cada estudiante para subsistir viviendo fuera de casa y en distintas ciudades españolas. La herramienta permite ingresar una serie de parámetros y preferencias y te devuelve la cifra aproximada de gasto mensual. Y aunque está dirigida a los propios estudiantes, cualquier padre de adolescentes sabe que muchos de esos gastos, sino todos, serán asumidos por ellos. ¿Cuáles son los factores a tener en cuenta?
Según el último informe de Eurostat en el informe 'Edad de los jóvenes que abandonan el hogar de sus padres', los jóvenes españoles deciden abandonar la casa de sus padres casi a los 30 años, esto es, tres años por encima de la media europea, que está en 26,5. Así, España es el octavo país en el que los jóvenes más tardan en emanciparse de los 27 países europeos más Serbia, que son los territorios analizados. Sin embargo, las altas cifras de desempleo juvenil, los precios de los alquileres, prohibitivos en muchas ciudades españolas, y el alza del costo de la vida, hacen que este proceso sea cada vez más complejo. Y la soñada, tanto por padres como por hijos, independencia económica suele tardar en llegar. Y los mismo ocurre cuando se van de casa o a otra ciudad. Siempre es necesario darles un empujón los primeros meses o, ejem, incluso años.
Por eso, 'calculadoras' como las publicadas por El Mundo, son tan útiles para estudiantes como para padres. Porque toman en cuenta factores como la ciudad a la que quieren ir: no es lo mismo Madrid que Barcelona o Salamanca. También influye si el estudiante aspira a vivir solo o quiere compartir piso; el tipo de alimentación al que está acostumbrado (o al que está dispuesto a adaptarse); el medio de transporte que usará e incluso sus hábitos de fiesta.
De esta manera el simulador te permite comparar cómo cambian los gastos si el estudiante vive en Granada, en un piso compartido, va a la universidad en transporte público y sale de fiesta; o si vive solo en Valencia, va a la universidad a pie, no sale de fiesta y es austero en la comida.
Lo interesante, además, es que te permite comparar el gasto de personas con hábitos similares, pero en ciudades distintas. Entre Granada y Barcelona, por ejemplo, pueden haber alrededor de 500 euros de diferencia para circunstancias muy parecidas. Las diferencias claves son los precios del alquiler y las matrículas y el costo del ocio. ¿Te animas a echar el cálculo?