Cada día usamos con más frecuencia formas de pago diferentes al efectivo, como, por ejemplo, las transferencias, ya sea para el pago del alquiler, realizar una compra o incluso pagar a un amigo lo que le debemos de una cena. Muchas veces las realizamos desde nuestros dispositivos (ordenador, tableta, teléfono móvil…) en un sitio web o la app de la entidad.
En la era de la digitalización en que vivimos, estas operaciones a distancia se realizan con gran agilidad. A veces introducimos rápidamente dígito a dígito el número de cuenta (IBAN) del beneficiario; otras, reutilizamos transferencias ejecutadas con anterioridad e incluso grabamos números de cuentas de operaciones que hemos cursado en una especie de listado de cuentas frecuentes.
Todos lo hemos soñado y algunos hasta lo han vivido. Levantarse un día, acceder a la cuenta del banco y alucinar al comprobar que tiene mucho más que la última vez que la habíamos revisado. ¿Un dinero extra? ¿hemos ganado la lotería? ¿heredado? ¿nuestra empresa nos ha recompensado sin nosotros saberlo?
Los sueños raras veces se hacen realidad, y convertirse en millonario o ganar un extra no es tan sencillo. Lo primero que debemos hacer en caso de que nuestro banco se equivoque y nos abone una cantidad que no nos corresponde en nuestra cuenta bancaria es informar de ello a la entidad tan pronto como sea posible.
El artículo 254 del Código Penal: “Será castigado con la pena de multa de tres a seis meses el que, habiendo recibido indebidamente, por error del transmitente, dinero o alguna otra cosa inmueble, niegue haberlo recibido o, comprobado el error, no proceda a su devolución siempre que la cuenta de lo recibido exceda de los 400 euros.”
Si se trata de una cifra considerable, las entidades bancarias cuentan con avanzados sistemas tecnológicos para detectar movimientos sospechosos. Por tanto, es bastante probable que sea tu banco o entidad la primera en dar la voz de alarma. Puede, incluso, que te pregunte si el remitente no está entre las cuentas con las que sueles realizar movimientos.
Pero, independientemente de la cantidad que se te haya ingresado por error, deberías ponerte en contacto con tu banco y notificar que sospechas que ha habido algún lapsus, puesto que este movimiento no te corresponde. Es cierto que puedes anular este movimiento. Pero lo más sensato es que te pongas en contacto, bien por correo electrónico, bien por teléfono o por cualquier otro canal habitual, con tu entidad bancaria y notifiques este movimiento extraño. Puedes pedir, además, que te retengan ese dinero para que no puedas tocarlo ni siquiera por error.
En resumen, si una persona recibe un ingreso en su cuenta bancaria por error, deberá informar a su entidad financiera para que puedan realizar una investigación. Si el banco determina que el dinero fue ingresado por error, el titular de la cuenta deberá devolver la cantidad recibida. Si no se devuelve el dinero, el titular de la cuenta asume el riesgo de sufrir una eventual demanda jurídica por parte del banco.
Las entidades financieras cada vez establecen más mecanismos de control para evitar que nos equivoquemos con las operaciones. Sin embargo, y pese a que suelen preguntar si estamos seguros de querer hacer ese traspaso, advirtiéndonos incluso que el número IBAN no está entre las más frecuentes con las que solemos trabajar, puede que tú mismo te equivoques y le hagas una transferencia a una cuenta equivocada.
Ponte en contacto con tu banco: si te das cuenta poco después de realizar la transferencia existe la posibilidad de anular la operación durante ese mismo día. Si ha pasado más tiempo, la entidad tendrá que solicitar una autorización al titular, éste tendrá que dar su beneplácito y no habrá mayor problema. En caso de que no sea así, se podrá acudir por la vía judicial.