La moneda de una peseta que puede valer hasta 6.500 euros

El coleccionismo, sin duda alguna, tiene muchas vertientes. Desde los cromos hasta los sellos, pasando por los vinilos, son muchos los que alrededor del mundo se encargan de recolectar todo tipo de artilugios que, a día de hoy, pueden llegar a multiplicar su valor inicial. Es el caso de la moneda española que además, esconde una curiosa historia detrás.

Así es la moneda de Franco que puede llegar a alcanzar los miles de euros

A lo largo de nuestra vida, por nuestras manos han pasado miles de monedas. Ahora, aunque cada vez menos comunes, siempre conservamos algunas a modo de calderilla en la cartera entre las que podría encontrarse una de las 139 que existen y que fueron retiradas por un fallo en su dibujo.

Se trata de una moneda perteneciente al año 1946 y que lleva grabado el rostro de Francisco Franco. La pieza se mantuvo en circulación por el país hasta que su protagonista dio la orden de poner fin a su producción ya que parecía lucir un bulto o chichón en la parte posterior de su cabeza.

Además de su cara, también cuenta con estrellas 19, 48 y leyenda que conforman un peso total de 3,34 gramos. Aunque su valor es de una peseta, en las casas de subastas y tiendas de compra y venta online puede llegar a alcanzar desde los 2.000 a los 6.500 euros.

Desde España sale otra de las monedas más demandadas

Aunque la anterior ha alcanzado una gran popularidad por su exclusividad, la moneda más buscada en España es el centén segoviano, que en los últimos años se ha convertido en toda una joya de la corona para los que practican la numismática.

En el caso de esta, fue emitida cientos de años antes que la de Franco: en 1609 llegó su primera serie y posteriormente, en 1633, la segunda. Sin embargo, entre ambas suman ocho ejemplares únicamente, cuatro en cada una. A día de hoy, su precio en las casas de subastas llegaría a alcanzar hasta los dos millones de euros.

Entre las características que la han consolidado como la más demandada se encuentra su tamaño, que supera los siete centímetros, y su peso, de 339 miligramos. Además, está fabricada en oro, decorada con la cruz de Jerusalén y el escudo de los territorios de la Monarquía Hispánica y grabada con ‘Phillipus III Dei Gratia (Felipe III por la gracia de Dios)’.