El sencillo truco para reducir el consumo de tu nevera

La factura de la luz se ha convertido en una de las preocupaciones más comunes en los hogares españoles, cada vez son más familias las que prestan atención a maximizar el ahorro energético. Para ello, es fundamental entender dicha factura y saber cuáles son los electrodomésticos que más consumen

La factura se calcula teniendo en cuenta dos factores principales: la potencia, que es un coste fijo, y el consumo, que varía según el uso de electricidad. La potencia contratada se refiere a la capacidad máxima de electricidad que puedes consumir al mismo tiempo, mientras que el consumo es la cantidad de electricidad que realmente utilizas en tu hogar.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico asegura que el gasto medio de energía en los hogares españoles es de 10.500 Kwh anuales. Así, entre los electrodomésticos que más consumen en el hogar, se encuentran el frigorífico, con un 28,9% de consumo, la televisión, con un 11,4%, y la lavadora, con un 11%.

La eficiencia energética de una nevera depende de varios factores, que se deben tener en cuenta a la hora de comprar la nevera: 

  • Clasificación energética: Las neveras suelen tener una etiqueta de eficiencia energética que indica su consumo de energía en relación con otros electrodomésticos. Cuanto mayor sea la clasificación energética más más reducido será el consumo.
  • Tamaño y capacidad: Cuanto más grande, más consumirá. Comprar una nevera que se ajuste a tus necesidades de cada hogar sin que sea demasiado grande ayuda a ahorrar en la factura. 
  • Ubicación y ventilación: colocar la nevera en un lugar bien ventilado lejos de una fuente de calor también ayuda a su eficiencia energética. 
  • Ajustes de temperatura: asegúrate de que la temperatura de la nevera y del congelador esté configurada correctamente.
  • Mantenimiento regular: Limpiar regularmente las bobinas del condensador, las rejillas de ventilación y la junta de la puerta puede mejorar su consumo energético. 
  • Tipo de nevera: algunos tipos, como las de dos puertas son más eficientes en comparación con otros diseños.
  • Tecnologías de ahorro de energía:  sensores de temperatura, compresores que ajustan la velocidad según la demanda, y sistemas de descongelación automática también ayudan al ahorro energético. 
  • Edad del electrodoméstico: cuanto más antiguo sea el electrodoméstico más consumirá. 

El truco del corcho para reducir el consumo de la nevera

Un reciente estudio de la Universidad de Harvard, de los Estados Unidos, ha descubierto una forma muy sencilla y súper efectiva de optimizar el funcionamiento de las neveras, permitiendo ahorrar energía y mejorar su enfriamiento. El método propuesto es fácil de implementar y solo requiere el uso de un corcho de botella de vino.

Por la ligereza y estructura porosa del corcho, funcionan como moderadores de energía. Al colocarlos en una de las estanterías de la nevera, ayudan a que el aire frío se distribuya de manera más uniforme, lo que reduce la carga de trabajo del electrodoméstico. Esto se traduce en un menor consumo de energía y una mayor eficiencia. Además, también ayuda a recudir los olores. 

Otras cinco recomendaciones de los expertos

  • No meter alimentos calientes. No solo por la comida, también por la energía que utiliza la nevera para enfriarla y el consumo energético que ello conlleva, no se recomienda meter la comida caliente en el frigorífico. 
  • No sobrecargar el frigorífico. Llenar mucho la nevera hace que el electrodoméstico consuma más para enfriar todo por igual.
  • La ubicación del frigorífico. Lo mejor es disponer la nevera en la parte más fresca de tu cocina, y evitar zonas cercanas al horno, la vitrocerámica, luz solar directa o radiadores. Del mismo modo, evita los espacios muy estrechos que pueden dificultar el buen funcionamiento del ventilador, e intenta dejar un espacio de al menos 10 cm entre la parte trasera de la nevera y la pared.
  • Colocación de los alimentos. Hay que colocar los alimentos en el interior de la nevera teniendo en cuenta la temperatura que necesita cada uno.  Los alimentos frescos se deben poner en la zona más fría que es la inferior. Del mismo modo, es conveniente que dejes espacio detrás de las paredes internas y coloques alimentos muy cerca de esta, ya que es una parte húmeda que puede favorecer la creación de escarcha.
  • Regula la temperatura. La temperatura media que se recomienda para la nevera es de 4ºC a 5ºC. Ahora bien, si vives en una zona con altas temperaturas en verano, lo mejor es que la bajes a 2ºC. Si por el contrario el verano no es muy cálido, puedes dejarla a 4ºC o 3,5ºC.