{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Ha llegado el momento. Tu hijo adolescente necesita una cuenta corriente. No es tan fácil como, a priori, pueda parecer. El 40% de los bancos españoles no ofrecen cuentas para menores de edad, según un estudio realizado por el comparador de productos financieros HelpMyCash. Lo que sí suelen ofertar todos los bancos son cuentas de ahorro en las que el joven solo puede guardar su dinero. Te descubrimos las claves para poder abrir una cuenta a tu hijo.
Es una de las primeras cuestiones que surgen. Pues bien, el representante legal, en la mayoría de los casos padre o madre, es el encargado de hacerlo. Para ello es necesario que presente su DNI, el libro de familia y el DNI del menor al que se le desea abrir la cuenta. Este último será el titular, pero los padres o tutores serán los encargados de llevar a cabo las operaciones y reintegros a no ser que le den un permiso explícito.
A partir de los 18 años, el joven pasará a ejercer, automáticamente, todos los derechos sobre su cuenta. Y si desea que sus padres puedan seguir accediendo a ella los tiene que nombrar él mismo como personas autorizadas.
Como con cualquier producto financiero, resulta primordial estudiar las condiciones de las cuentas que se vayan a suscribir. En la mayoría de entidades existen diferencias entre las cuentas infantiles (normalmente se trata de cuentas de ahorro) y las juveniles (que ya pueden ser cuentas corrientes).
Habitualmente están exentas de comisiones como también lo están las transferencias desde las cuentas de sus padres. En el caso del Santander cobra 1€ al mes pero, sin embargo, remuneran hasta un 3% del interés anual sobre el saldo. Eso sí, unánime en todos los bancos, no permiten domiciliaciones y las transferencias deben ser autorizadas por el representante legal.
No todos los bancos ofrecen estos servicios para menores de edad. En nuestro país solo el 73% de las entidades ofrecen una tarjeta a este segmento de clientes, ya sea de débito o prepago, y el 67% les permite acceder a la banca online para consultar el saldo o los movimientos de su cuenta o tarjeta, según se desprende del ‘Estudio sobre cuentas para niños’ en el que se ha analizado la oferta de 15 entidades españolas.
La edad mínima general para acceder a una tarjeta se sitúa en los 14 años, con alguna excepción. El BBVA baja el límite a los 12 mientras que Abanca y Liberbank lo aumentan a los 16. Por su parte el Santander y Openbank si se trata de una tarjeta prepago no fija ninguna edad mínima.
El servicio de pagos inmediatos de móvil a móvil, conocido como bizum, no está disponible para menores de edad. Ningún banco las permite alegando que se trata de transferencias instantáneas que pueden ser revertidas.
En el caso de pagos con el móvil, a través de wallet, solo el 33% por ciento de las entidades permiten a adolescentes menores abonar sus compras con este sistema (Bankia, CaixaBank, Liberbank, Openbank y Unicaja). Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, son los propios sistemas operativos de los móviles los que vetan a los jóvenes sus aplicaciones. Solo Samsung Pay no establece una edad mínima para usarlo, de acuerdo con su servicio de atención al cliente, mientras que Apple Pay la fija en 13 años y Google Pay la establece en 16.