Que roben tu tarjeta de crédito o débito, o consigan los datos de ella sin llegar a hurtarla físicamente, es algo más que normal en el día a día. Un robo de datos que muchos detectan al entrar a la aplicación de su banco o cuando les llega un mensaje de una compra que, efectivamente, no han realizado. El pánico puede ser una de las primeras sensaciones, pero actuar con rapidez puede hacer que no pierdas un euro, aunque en ciertas ocasiones los bancos pueden no hacerse cargo de la pérdida, así que ojo.
En todo caso, lo primero que se debe hacer si detectas un error o un posible fraude es bloquear la tarjeta cuanto antes para evitar que terceros hagan uso de ella, incluso en ocasiones si la propia entidad bancaria detecta irregularidades puede bloquearla ella misma. Tras ello, se puede reclamar el dinero que te han robado si se ha dado el caso, pero no siempre la reclamación llega a buen puerto. ¿Por qué? ¿En qué ocasiones no reembolsan el dinero robado? Pues todo depende de cuándo se dé el aviso y del tipo de robo.
En líneas generales debes estar tranquilo, los bancos suelen hacerse cargo del reembolso de lo robado por ley desde que la tarjeta se cancela. Aún así, hay un pero, los primeros 50 euros perdidos hasta la notificación del fraude correrán a cargo del cliente, o sea, tú. Pero ojo, porque no siempre es así, hay ocasiones en las que te pueden duplicar la tarjeta sin que la pierdas o te la roben. En esos casos el banco sí se hace cargo de la cantidad completa porque la norma indica que es prácticamente imposible que una persona sepa que le han duplicado su tarjeta.
Hasta aquí todo bien, pero hay situaciones en las que un banco no tiene la obligación de hacer el reembolso y devolver el dinero a los usuarios de su entidad. Esto se debe a que en ocasiones un uso fraudulento de la tarjeta por parte del cliente es lo que propicia su robo o el duplicado. Por ello, los bancos consideran negligente dejar la tarjeta a alguien, por mucho que sea un familiar de confianza, o tener apuntado el código pin sobre ella, entre otros ejemplos.
También hay que tener en cuenta la nueva normativa europea PSD2 que recoge las compras online. Esto es clave porque ahora se pide una doble confirmación en las compras por Internet que ayuda a evitar los fraudes. Ahora bien, en caso de que esta doble autentificación se haya hecho no se podrá reclamar porque la entidad percibe que se han cumplido los protocolos establecidos de seguridad.
Tras la cancelación de una tarjeta hay que hablar presencialmente con el banco o por teléfono, algunos también tiene la opción telemática, para informar del robo y solicitar la devolución. La mayoría de bancos devuelven en poco tiempo el importe robado, aunque también suelen comenzar una investigación que, en caso de tener un resolución negativa porque hay una negligencia por parte del cliente, tendrá que devolver el dinero y, si lo desea, hacer una petición de reembolso formal al banco.