¿Qué hacer si el cerrajero nos quiere cobrar un precio abusivo por su servicio?

  • Algunos cerrajeros pueden llegar a cobrar hasta 300 euros por sus servicios, una práctica que, si bien no es ilegal, sí ha sido tildada como abusiva por la OCU

  • Desde la Organización, recomiendan que, para evitar estos problemas, los usuarios contraten siempre cerrajeros de confianza y que pidan un presupuesto previo

  • En caso de que un cerrajero nos quiera cobrar un precio abusivo, desde la OCU recomiendan no firmar la factura para iniciar una reclamación

Irse a trabajar sin las llaves de casa puede ser un gran engorro, sobre todo cuando vivimos solos y ninguno de nuestros familiares o amigos tiene una copia que pueda prestarnos. En estas ocasiones, no nos queda otra que ponernos en contacto con un cerrajero que pueda abrirnos la puerta de manera urgente, pero ¿qué ocurre cuando alguno de estos profesionales intenta cobrarnos un precio claramente abusivo?

En los últimos años, la OCU (Organización de Consumidores Unidos) ha denunciado en varias ocasiones los precios abusivos que aplican algunos cerrajeros por ofrecer sus servicios. Y es que aprovechando las prisas de los consumidores, muchos de estos profesionales han llegado a cobrar tarifas disparatadas de más trescientos euros (cinco veces más del precio del mercado) por unos servicios que no llegan a los quince minutos y que no requieren ni siquiera el cambio de una cerradura.

Esta práctica, que según la asociación es bastante común, no es ilegal, ya que no hay unas tarifas reguladas en el sector y, consecuentemente, las empresas pueden establecer el precio que consideren con total libertad. Sin embargo, sí se considera abusiva porque en la mayoría de las ocasiones la empresa le niega un presupuesto previo al cliente, alegando que, primero, es necesario revisar la cerradura para comprobar su estado. 

¿Qué hacer para evitar que un cerrajero nos cobre una factura abusiva?  

Para evitar estos problemas, desde la OCU recomienda que apostemos siempre por un cerrajero de confianza, del barrio. En este sentido, desde la organización señalan que muchas de las compañías que se anuncian en las páginas amarillas utilizan publicidad engañosa para hacernos creer que estamos contratando profesionales de nuestra localidad, cuando en realidad se está llamando a la centralita de otra ciudad, y que pueden cobrarnos más por motivos de “desplazamiento”.

Además, la organización también insiste en que, a la hora de contratar estos servicios, pidamos siempre un presupuesto previo y que comparemos distintas ofertas, ya que el coste puede variar mucho dependiendo de cada compañía. En caso de que las empresas defiendan que no pueden darnos un precio hasta ver la puerta en persona, debemos pedirle un presupuesto aproximado e insistir. Si siguen sin dárnoslo, podemos pedir, al menos, el precio del desplazamiento, el coste de obra y preguntar si nos cobrarán algún extra por el servicio.

En caso de que el presupuesto quede abierto, desde la OCU señalan que los usuarios podrán rechazar el precio que les ofrezcan en el domicilio, en cuyo caso solo tendrán la obligación de pagar los costes de desplazamiento. Asimismo, recuerdan que los usuarios no deben firmar nada con lo que no estén de acuerdo, ni ningún tipo de orden en reparación en la que no aparezca reflejado el presupuesto.

La OCU recuerda que los técnicos deben llevar sus tarifas por escrito y que, aunque los precios no están fijados, no pueden cobrar 500 euros de más solo porque el usuario no haya exigido previamente un presupuesto. Si una vez solucionado el problema el precio de reparación parece excesivo, los usuarios pueden no firmar la factura, aunque, en estos casos, deberán guardarla para iniciar la reclamación. 

En caso de que este problema derive en una situación violenta, desde la organización insisten en que no se dude en llamar a la policía.

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