El dinero digital está haciendo desaparecer al efectivo. A la vez que hacemos más transacciones con tarjeta, con el móvil o con apps como Bizum, nos vamos acostumbrando a no llevar dinero suelto en la cartera. Para el exbroker y antropólogo económico sudafricano Brett Scott esta digitalización es una victoria de es "capitalismo corporativo" que nos conduce a una sociedad dirigida por las grandes tecnológicas. En este contexto, "pagar en efectivo es un acto casi revolucionario” para el activista financiero, que acaba de publicar en castellano su libro 'Cloud Money' (Debate).
El autor de 'Hackeando el futuro del dinero' está embarcado en una cruzada contra la digitalización masiva de nuestra vida monetaria. "Debemos conseguir que el dinero en efectivo siga existiendo, que no todo pase a ser digital. Si consiguen matar el efectivo nos controlarán mucho más fácilmente y tendremos un mundo mucho menos justo y democrático", explica en una entrevista en 'El Mundo'. Y profundiza más en esos grilletes que nos aprisionan sin darnos cuentas en 'El País': "Los pagos digitales aportan información muy valiosa que no solo pueden aumentar la vigilancia sobre la población, sino que aportan pistas a las empresas para conocer mejor a los clientes y ofrecerles nuevos servicios".
"No digo que no usemos las tarjetas", concede Scott, "pero hay que buscar un equilibrio de poder en el sistema monetario. Los bancos no deberían dominar el juego, siempre es malo que unas pocas compañías muy grandes obtengan demasiado poder".
Por eso, cuando se le pregunta si pagar en efectivo es un acto revolucionario, el exbroker no duda: "En esta fase actual del capitalismo global, pagar en efectivo se está convirtiendo en algo contracultural. Muchos jóvenes progresistas han adoptado la ideología que promueve los pagos digitales como sinónimo de progreso y modernidad. Es una victoria cultural enorme de las Big Tech. Así que yo diría que sí, pagar en efectivo es un acto casi revolucionario. Más que usar criptomonedas, que venían a ofrecer alternativas pero realmente siguen el mismo discurso que los pagos digitales en tarjeta".
De hecho, lo relativo a lo cripto es otra diana de sus dardos. "No diría tanto que soy crítico con las criptomonedas, sino más bien con la narrativa y la historia que se se ha creado a su alrededor. Son cosas diferentes. Los Bitcoins, por ejemplo, tienen mucho éxito porque funcionan como parásitos del sistema monetario existente. Pero no critico al parásito. No hay nada malo en ser un parásito dentro de un ecosistema; es una manera de sobrevivir".
"El problema está en que depende de su anfitrión, el sistema monetario actual. Y hay quien considera esto anticripto, porque en cierta manera este argumento ataca a esos criptobros que quieren creer que son depredadores, que están en la cúspide, pero no es así (...) De la misma manera que un parásito depende de su anfitrión, Bitcoin depende de ser respaldado por el dólar estadounidense antes de poder usarse”, concluye.