Nunca te ha pasado, pero imagínate que esta vez los niños de San Ildefonso sí cantan tu número y te toca el Gordo de la Lotería de Navidad. Te dejas llevar por la incontrolable euforia del momento y empiezas a hacer algunas tonterías que en condiciones normales no harías, como gritarlo a los cuatro vientos por la ventana, salir corriendo a la administración a celebrarlo con champán o contar a cada micrófono de televisión que se te ponga por delante lo que vas a hacer con el dinero. Por eso, para evitar que te equivoques gravemente si resultas ser agraciado hoy con un premio jugoso, te ofrecemos una serie de consejos que deberías seguir:
Si te ha tocado un premio gordo, tranquilo. Tómate un tiempo para asimilar la noticia. Lo más importante es conservar la calma. Recuerda que el plazo para cobrar el premio es de 3 meses a partir del día siguiente al sorteo y, en realidad, lo que has ganado es solo el 80% del importe, el resto va para la Agencia Tributaria. Y un alto porcentaje de los que tuvieron esta suerte antes que tu, acabaron quedándose sin fondos al cabo de unos años.
Normalmente, los afortunados con un premio tan grande no tienen experiencia en el mundo de las finanzas, y se dejan aconsejar por un familiar o conocido que en realidad sabe poco más que ellos. Mejor cuenta con un buen asesor legal y fiscal que te ayude a gestionar tus ganancias. Saber administrar el premio e invertir bien es la clave.
Un consejo recurrente es firmar el reverso del décimo de manera que, si los pierdes y lo encuentra otra persona o te lo roban, la firma podría ayudarte a que el premio llegue a la cuenta correcta. Claro que esto también podría significar renunciar a la protección de tu identidad.
Muchos ganadores eligen obtener su premio sin alboroto ni publicidad pero también los hay que deciden revelar su identidad y hablar públicamente sobre su premio. Nuestro consejo es que cuanto menos gente sepa que has sido agraciado, mejor. No se lo cuentes a nadie que no sea de tu círculo más cercano. El dinero atrae a conocidos, amigos y familiares a los que hace años que no veíamos. Piensa que muchas personas se plantearán maneras de privarte del dinero del premio, ya sea mediante el robo directo o mediante estafas y propuestas descabelladas de negocios.
El primer consejo es darse un capricho, del 1 al 5% del premio. Que no te importe festejar este momento como se merece, siempre guardando cierta discreción. No cometas el error de comprarte un coche de altísima gama que luego seguirá requiriendo un mantenimiento altísimo. Después, establece unos límites, puede que te cueste un poco al inicio, pero a la larga lo agradecerás. Lleva un registro de todos tus gastos en una libreta para que puedas identificar fácilmente si tus finanzas gozan de buena salud o por el contrario están llevándote a la bancarrota.
Si has cobrado el premio y no sabes por donde empezar a gastar, paga tus deudas. Quitarte el peso de cargas hipotecarias o de otros préstamos que tengas pendientes debe ser la prioridad. Te recomendamos que pienses en todas las deudas que tienes y las ordenes por el tipo de interés. Lo mejor es que pagues las que tienen un interés más alto y termines con las de interés más bajo.
Hasta los millonarios pueden llegar a tener problemas financieros. Sé precavido y establece un fondo de emergencia para tenerlo disponible en caso de necesidad. Lo más aconsejable es no dejar de trabajar, pero con la seguridad que da saber que tienes un "buen colchón" e invertir toda cantidad que no vayas a necesitar en el momento o de la que puedas prescindir. Cuida lo mucho que has ganado si no quieres acabar en la quiebra rápidamente.