Cuando viajamos al extranjero para visitar amigos o familiares solemos aprovechar para llevarles alguno de esos alimentos que echan de menos. Igualmente, antes de volver de nuestro destino, siempre nos gusta comprar algún producto típico para regalarlo o consumirlo en nuestro país. Jamón, queso, vino, licores, conservas… ¿Te has preguntado antes si se puede llevar comida en el avión?
Muchas personas desconocen que pueden llevar comida llevar al avión, incluido la que subes para su consumo durante el vuelo. La entrada de comida está permitida siempre que sea para su consumo durante el trayecto y que sea tipo sólido.
Las tarifas más económicas de billetes no incluyen ningún tipo de alimentos durante el vuelo. Sólo los vuelos más premium sí que incluyen una o dos comidas (según la duración del vuelo) que te darán acceso a diferentes menús. Por ello, y para evitar el gasto tan elevado de algunos alimentos de las aerolíneas, te recomendamos que prepares comida para subir al avión. Además, tu vuelo será mucho más ameno.
Una de las grandes dudas al preparar la maleta es si se puede llevar comida en el equipaje de mano. Somos muchos los que compramos comida a modo de souvenir en el país que visitamos. También es muy útil llevar comida en el avión cuando vamos a llegar tarde a nuestro destino, así llevamos la cena con nosotros, o incluso para ahorrar dinero, ya que los precios del servicio de venta a bordo de comida y bebidas suelen ser bastante elevados.
La buena noticia es que, según Aena, sí se puede llevar comida en el avión, siempre en pequeñas cantidades para el consumo personal. Eso sí, hay que tener en cuenta las restricciones de tamaño y peso establecidas por cada compañía aérea.
Y otro dato muy importante, no es lo mismo viajar dentro de la UE, donde las normas comunitarias nos dan mucha más flexibilidad a la hora de llevar comida en el equipaje de mano, que a un país fuera de la UE. En ese último caso, tendremos que consultar las normas de entrada de alimentos en ese territorio para no llevarnos el disgusto de que en los controles de seguridad nos confisquen nuestros manjares.
Si tu viaje es desde un país de la Unión Europea a otro país de la UE, no suele haber restricciones y podrás llevar comida en el avión. Ten en cuenta que en la UE tenemos una serie de controles y normas comunitarias que todos los estados miembros deben cumplir, por lo que los productos de origen animal no son un problema. solo hay restricciones si queremos introducir productos de origen animal que provengan de terceros países no pertenecientes a la Unión Europea. La única excepción son alimentos en pequeñas cantidades que vengan de Andorra, Liechtenstein, Noruega, San Marino, Suiza, Groenlandia, Islandia y las Islas Feroe.
Si vas a viajar fuera de la Unión Europea, tienes bastantes más restricciones a la hora de llevar comida en el avión. Por eso, lo mejor es consultar la web del aeropuerto y de la Embajada del destino para asegurarte. Muchos países prohíben la entrada de ciertos alimentos para evitar el comercio ilegal. Otros porque esos alimentos provienen de especies protegidas. También muchos destinos alegan que las prohibiciones sirven para evitar el contagio de enfermedades o lo hacen simplemente por motivos religiosos.
En el caso de Estados Unidos, la política de transporte de líquidos es muy similar a la de la Unión Europea. Se puede llevar en el avión alimentos procesados, café, miel, chocolate, quesos no cremosos, especias, salsas, vinagre o pescados en conserva. Respecto a la fruta y verdura, todo depende del país de procedencia y de destino. Si quieres llevar bebidas alcohólicas, ten en cuenta que solo te dejarán entrar al país con 1 litro máximo. Y está totalmente prohibida la entrada a EE.UU. con carnes de animales de granja, jamón serrano o embutidos.
En Australia por riesgo a contagiar enfermedades, no estaba permitido entrar con frutas, verduras y productos de origen animal ni alimentos frescos.