Son miles los ciudadanos que durante esta Semana Santa se desplazan a su segunda residencia para disfrutar de unos merecidos días de descanso. Pero con el precio de la electricidad muy disparado en comparación con los años anteriores no hay que olvidar que tener una segunda casa supone pagar otra factura de la luz. Por eso es importante tener en cuenta una serie de consejos que nos trae Gana Energía para ajustar el contrato de esa segunda casa al máximo y ahorrar costes.
La cantidad de kilovatios que se puede consumir al mismo tiempo, es decir, cuántos electrodomésticos pueden funcionar a la vez, viene determinada por la potencia contratada. Al ser un gasto fijo en la factura que hay que pagar incluso aunque no se haga consumo, lo más recomendable para los hogares vacaciones es minimizar la potencia y organizar el consumo de la forma más eficiente posible.
Analiza los aparatos que realmente se necesitan conectados, no solo cuando estés en la vivienda, sino también cuando no hagas uso de ella. La forma más sencilla para saber si se tienes contratada la potencia adecuada es conectar todos los electrodomésticos a la vez y comprobar si saltan o no los plomos. En caso de que no salten, lo más probable es que sea necesario bajar la potencia. Gestionar esa bajada con la eléctrica suele tener un coste, aunque hay comercializadoras que permiten un cambio de potencia al año.
Conocer y controlar el consumo energético es fundamental para elegir el tipo de tarifa que te hace falta en una segunda vivienda. Es recomendable ajustar tus costumbres de uso según los tramos horarios para ahorrar. En ese sentido, hay que recordar que el Viernes Santo y durante el fin de semana se facturará el consumo sobre el periodo valle, el más barato, por ser festivo nacional.
Muchas veces los contratos llevan incluidos una serie de servicios adicionales, como el mantenimiento el seguro de pago, que no son realmente imprescindibles en una segunda vivienda a la que no das el mismo uso que a la residencia habitual. Son conceptos que rara vez son utilizados pero que encarecen la factura final. No es necesario contratar la misma tarifa en todas las casas.
Al terminar el periodo vacacional es recomendable que desconectes el cuadro eléctrico y así reduzcas el consumo energético al mínimo. No olvides vaciar el frigorífico y congeladores para no dejar que los alimentos se echen a perder. El mismo consejo puede aplicarse a la vivienda principal mientras se está de vacaciones.
Si haces uso de una segunda vivienda durante muy poco tiempo al año es posible que te plantees dar de baja el suministro durante las temporadas en las que no estés. No es recomendable porque volver a darlo de alta no es barata y puedes perder derechos ya adquiridos con la compañía eléctrica. Solo es aconsejable dar de baja la luz si no vas a visitar la vivienda durante más de un año. En ese año el coste de volver a dar de alta puede llegar a absorber el ahorro que se puede conseguir al dar de baja el suministro.
Gracias a sus características este tipo de viviendas permiten tener un ahorro energético importante. Siempre que sea posible se debe priorizar la instalación de sistemas de calefacción, refrigeración y luz eficientes, aunque se debe anteponer los medios naturales a los artificiales, uso de electrodomésticos y dispositivos eficientes y favorecer las energías renovables.