El precio de la gasolina y el diésel están disparados. El suministro de combustible se está viendo comprometido por la guerra en Ucrania. Las estaciones de servicio ven inminente que se llegue a los dos euros por litro en un mes.
Con el fin de que esto afecte lo menos posible al bolsillo, muchos conductores optan por repostar en gasolineras low-cost, que ofrecen un carburante más económico que el de las grandes marcas. La pregunta que se hacen muchos es si este tipo de combustible es de peor calidad y si eso puede afectar al motor del vehículo. En el vídeo, respondemos a esas cuestiones.
¿Dónde está el secreto de las gasolineras low-cost? Su margen de beneficio es pequeño, por lo que dependen de altos volúmenes de negocio para ser rentables. Por eso, se ubican en centros logísticos, polígonos industriales o centros comerciales, donde hay mayor concurrencia de personas. Cuentan con construcciones modulares más baratas. Y la mayoría son de autoservicio y no cuenta con personal, que se calcula que supone hasta un 60% de los gastos que tiene habitualmente una gasolinera. Eliminan todos los extras, e incluso la publicidad.