Hace unas semanas cambiamos al horario de invierno. Toda Europa ha pasado al horario de invierno con el objetivo principal de aprovechar al máximo la luz natural y ahorrar energía, pero ¿cómo afecta el cambio de hora a las tarifas de la luz?
Los orígenes de esta práctica se sitúan en 1916 y que fue en plena I Guerra Mundial cuando Alemania decidió ajustar por primera vez el reloj para ahorrar combustible. Después, en 1973, coincidiendo con la crisis del petróleo, se comenzó a aplicar oficialmente el cambio de hora en varios países, entre ellos España. La necesidad de ahorrar recursos energéticos es lo que tienen en común todos estos hitos históricos y la razón por la que se cambia la hora en invierno.
El cambio de hora no solo se estableció para reducir el gasto energético nacional, también se implementó para adecuar la jornada laboral a las horas de luz del día. Sin embargo, con el tiempo se ha demostrado que los objetivos no se cumplen ya que debido a que oscurece más temprano necesitamos más luz eléctrica en tanto domicilios particulares como empresas. En medio de una crisis de precios energéticos sin precedentes, muchos nos preguntamos, ¿cómo nos afecta el cambio de hora a la factura de la luz?
En España, el cambio de hora busca ajustar la jornada laboral con la luz natural para reducir el consumo energético. Al amanecer antes, se puede prescindir de encender las luces a la hora de levantarse por la mañana o durante las primeras horas de trabajo. Pero, ¿de cuánto ahorro estamos hablando?
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) estima un ahorro energético de un 5% con este horario, que con la suma de todos los hogares, sector servicios e industrias se traduce en cerca de 300 millones de euros. El ahorro energético del ajuste horario en España podría suponer una cantidad equivalente a entre 6 y 8 euros al año por familia.
Sin embargo, teniendo en cuenta la hora en la que amanece y atardece durante los meses en los que vivimos con el horario de invierno, el tramo valle (de 24:00 a 8:00 horas) gana algo de terreno, pero al mismo tiempo se pierde luz del sol en el tramo punta (de 18:00 a 22:00 horas), así que el consumo eléctrico aumentará justo cuando los precios de la luz son más caros.
Si atendemos simplemente a las horas de luz, el ahorro antes era mayor porque el impacto de la iluminación en los recibos era mayor debido al alto consumo de las bombillas tradicionales, algo que ahora ha cambiado gracias a la mayor eficiencia de las bombillas, como las LED. Además, la llegada del cambio de hora suele conllevar la aparición del frío y el encendido de las calefacciones.
Hasta ahora, con las antiguas tarifas de discriminación horaria, cuando ocurría el cambio de hora al horario, se cambiaban las horas que delimitaban los tramos. Sin embargo, ahora con las 2.0TD los tramos y sus horas se mantienen, aunque mientras se mantenga la rebaja de los cargos esta diferencia entre tramos no tienen mucho sentido, ya que ahora las horas más baratas no siempre coinciden con el tramo valle.
Además de aprovechar cuando se pueda las horas de sol para calentar la casa, existen pequeños gestos diarios que podemos seguir para ahorrar energía sin mucho esfuerzo: