El grupo Inditex, propietario de marcas como Zara, Massimo Dutti, Bershka y Oysho, subirá sus precios para protegerse del impacto de una inflación que en España escaló hasta el 7,6% en febrero. Concretamente, prevé un alza de los precios del 2% en el caso de nuestro país y en torno al 5% a nivel global en la próxima campaña. Así lo ha anunciado tras comunicar que ha recuperado en su último ejercicio la práctica totalidad del negocio perdido durante el primer año de pandemia.
La multinacional ingresó en 2021 un total de 27.716 millones de euros, un 35,8% más que el año anterior. En el 2019 había registrado unas ventas récord de 28.286 millones y un beneficio neto de 3.639 millones. Este último año las ganancias se quedan algo por debajo, en 3.243 millones de euros, pero triplican a las del 2020. "Tras dos años de pandemia, estos resultados demuestran la gran capacidad de adaptación a cualquier circunstancia" de Inditex, ha resaltado su presidente, Pablo Isla, que dejará el cargo el próximo 1 de abril.
Respecto a la subida de precios, Óscar García Maceiras, consejero delegado del gigante textil, ha asegurado que "la compañía mantiene una política de estabilidad en precios", pero "en aquellos mercados donde hay una depreciación de la divisa o donde hay inflación, se están aplicando subidas de precios de manera selectiva en la campaña de primavera-verano". Y subraya que no es una aplicación masiva, sino "en función de categorías y secciones, llegando incluso a productos y modelos", para no alterar el modelo de negocio.
Según ha señalado el CEO, "el impacto de esa subida de tarifas que ya se está haciendo no está siendo material" y los clientes la está aceptando. De hecho, según sus datos, entre el 1 de febrero y el 13 de marzo, las ventas de Inditex mejoraron un 33% respecto a 2021 y un 21% frente a los máximos históricos del año previo a la pandemia.
Por otra parte, la venta online creció un 14% durante el año pasado, hasta 7.500 millones, lo que ya supone el 25,5% de la venta total. A cierre del ejercicio, había 6.477 tiendas, 352 establecimientos menos respecto a 2020, en línea con su estrategia de cerrar los puntos de venta más pequeños o menos rentables y sustituirlos por otros más grandes y mejor ubicados.