Purificador de aire para el hogar: ¿qué son y cómo podemos elegir el mejor?
En época de coronavirus, renovar el aire de nuestras casas puede ayudarnos a reducir el riesgo de contagio
Los purificadores de aire pueden mejorar la limpieza y ventilación de nuestro hogar cuando bajan las temperaturas
La ventilación se ha convertido en un elemento clave en la lucha contra la covid. Ahora que sabemos que el virus se propaga por aerosoles, los expertos y las administraciones públicas insisten en la importancia de renovar frecuentemente el aire de los espacios cerrados para reducir el riesgo de contagio. Sin embargo, no siempre es posible llevar a cabo una ventilación correcta, y mucho menos en invierno. Ante esta situación, cada vez son más los que apuestan por hacerse con un purificador de aire para limpiar el ambiente de su casa y eliminar las partículas, virus y bacterias perjudiciales para la salud que en ella se acumulan, pero ¿cómo funcionan y cuáles son los más recomendables?
¿Cómo funciona un purificador?
MÁS
Los purificadores de aire sirven, esencialmente, para eliminar los olores y partículas nocivas que flotan en el aire, como el humo de tabaco, el polen o los virus y bacterias. ¿Cómo lo hacen? Muy sencillo: mediante un filtro que captura estas impurezas para limpiarlas y mantener el aire limpio. El éxito de estos aparatos depende en gran medida de este sistema, por lo que a la hora de hacernos con un purificador debemos asegurarnos de que su filtro es de calidad.
¿Qué filtro elijo?
A la hora de comprar un purificador, es probable que nos encontremos con dos tipos de filtros: HEPA y de tipo HEPA. A pesar de la semejanza entre ambos nombres, estos filtros tienen una calidad muy distinta que determinará la capacidad de limpieza de nuestro purificador.
HEPA (High Efficiency Particulate Air) es más popular entre los purificadores de aire, y también el mejor. Este filtro puede atrapar y retener cualquier partícula que sea igual o superior a 0,3 micras de diámetro con una efectividad del 99,7%, lo que ayudará a que el aire de nuestra casa se mantenga especialmente limpio.
Los filtros de tipo HEPA, en cambio, solo podrán capturar partículas superiores a 2 micras de diámetro, por lo que su eficacia será mucho menor. Además, no están testados, por lo que puede que no cumplan con la normativa europea que determina la retención de los filtros. Son, eso sí, más baratos que los filtros HEPA, aunque, visto lo visto, te recomendamos que apuestes por la opción cara.
La potencia del purificador
La potencia del purificador está relacionada con la rapidez con la que podrá depurar el aire de nuestra vivienda, y para decantarnos por uno u otro debemos de tener en cuenta una única cosa: el tamaño de nuestras habitaciones. ¿Por qué? Muy sencillo: porque no es lo mismo limpiar un espacio grande y sin ventilación que uno pequeño que permanece abierto durante varias horas al día.
Por eso, si la habitación es grande, tendrás que decantarte por un aparato de gran potencia, mientras que si vas a utilizarlo en un espacio pequeño, podrás usar uno más modesto. Por suerte, hoy día existe una gran variedad de modelos con todo tipo de diseños, por lo que seguro que no tienes problema en encontrar uno que se adecue a tu estilo.
El ruido
Hay pocas cosas más molestas que querer dormir y no ser capaz. Por eso, si queremos usar nuestro purificador en el dormitorio, debemos asegurarnos de que no interfieran en nuestro descanso. Para ello, debemos fijarnos en la cantidad de ruido que genera, porque el modo nocturno o silencioso no logra eliminar todo el sonido. Lo ideal sería que nuestro purificador emitiese menos de 30 decibelios, pero no tendremos problemas para dormir siempre y cuando no superen los 60.
La limpieza
Para que nuestro purificador funcione correctamente, es fundamental mantener los filtros limpios, ya que es ahí donde se acumulan y purifican las partículas que ensucian el aire de nuestra casa. Actualmente existen filtros intercambiables y lavables, por lo que, en el caso de los sustituibles, deberás conocer de antemano la vida útil del filtro y tener la garantía de que se fabricarán repuestos. En el caso de los lavables, tan solo tendrás que asegurarte de que sigues el proceso de limpieza adecuado.