La crisis de los fabricantes de mascarillas: y ahora, ¿de qué viven?

  • Con el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en interiores sus ventas han caído

  • Desde 2021 muchos fabricantes de mascarillas han puesto fin a sus actividad y otros luchan por sobrevivir

  • Proveedores y fabricantes plantean nuevas líneas de negocio o piden ayuda al sector público para continuar

Tras la Semana Santa entro en vigor una norma que muchos esperaban y otros tantos han recibido con cautela: el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en interiores, con sus excepciones, claro está. Pese a que en hospitales y otros centros sanitarios o en el transporte público hay que seguir llevando el tapabocas de forma obligatoria, en el resto de los espacios no es así, no obstante, en los centros de trabajo es la empresa y el equipo de prevención de riesgos quien decidirá si se sigue utilizando. Aunque muchas personas las siguen llevando por voluntad propia, que ya no sean obligatorias se ha convertido en un problema para los fabricantes y proveedores de mascarillas.

Con el fin de las mascarillas en interiores, la venta es cada vez menor, por lo que su producción y distribución también va menguando. Antes de marzo de 2020 muy pocos negocios o empresas se dedicaban en España a la fabricación de mascarillas, pero con la pandemia surgieron nuevas y otras empresas se adaptaron para sobrevivir. Según Nius, en nuestro país ha llegado a haber un centenar de empresas dedicadas a la fabricación de cubrebocas, pero a lo largo de los últimos meses muchas han puesto fin a su actividad. ¿Qué va a pasar con los fabricantes?

Nuevas líneas de negocio

Castellón Plaza explica que la empresa Airnatech, que nació en plena pandemia para fabricar mascarillas FFP2 y llegó a colocarse como líder europeo produciendo unas 14 millones de unidades al mes, está viviendo una reorganización para sobrevivir a la bajada de la demanda de mascarillas. Por ello, aprovechando la logística, ahora se lanzan a la fabricación de complementos vitamínicos. "Desde el principio hemos tenido claro que la pandemia era una situación temporal, estamos desarrollando nuevas líneas de negocio para no depender únicamente de este producto", explicaba uno de los fundadores al medio mencionado.

Cuando se supo que el final de las mascarillas en interiores llegaría después de Semana Santa el creador de Mascarillas Alcalá, Arturo Sánchez, habló con Nius y tenía claro cómo iba a desarrollarse el mercado con la entrada en vigor de la norma. "El que haya logado diferenciarse sobrevivirá", explicando que las importaciones, especialmente chinas, que llegaban estaban siendo menos por miedo a no vender las mascarillas ante el fin de su uso obligatorio en interiores, algo que "beneficia a los que seguimos produciéndolas en España".

Llamamiento al sector público

Juan Francisco Sánchez, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Mascarillas, contaba hace días que "solo con que las compras públicas se hicieran a empresas europeas, ya no digo nacionales, habría una oportunidad para el sector", apelando así al sector público que priorizaran la compra de mascarillas patrias o europeas a las de otras zonas, como las que provienen de Asia.

"Ningún producto español puede competir con el precio de las mascarillas chinas, que no están sujetas a los exigentes estándares de calidad europeos. No se ha considerado que hemos estado al pie del cañón para mitigar el azote del covid y ahora se desdeña ese esfuerzo y el valor de crear puestos de trabajo en España", contaba Sánchez a ABC hace pocos días.

Asimismo, ante el futuro incierto de los fabricantes de mascarillas, los responsables de ARPA o DIMA han reclamado al gobierno aragonés la compra de productos elaborados en la región. "Cualquier producto hecho en Aragón es más fiable que lo que viene de Asia porque la falta de control de calidad y falsificación de certificaciones es frecuente", decía Clara Arpa, consejera delegada de ARPA, en una intervención en las Cortes de Aragón.