El alcohol es una de las bebidas más populares entre los seres humanos desde la época prehistórica. En sus múltiples presentaciones, su consumo y producción son una característica común que tienen prácticamente todas las zonas del planeta.
Esta gran difusión de la industria ha provocado que surjan grandes compañías y artesanos dedicados al arte de la destilación; que a lo largo de los años han creado productos para todos los gustos, estilos y bolsillos; sin embargo, sólo los individuos con más poder adquisitivo han podido probar algunas de las más notables “obras de artes etílicas” de la historia.
Hoy en día existen bebidas alcohólicas que, por su calidad, manufacturación, lujo, rareza o historia, tienen un precio que muy pocos bolsillos podrían llegar a permitirse. Estas son las 10 bebidas que son consideradas las más valiosos del mundo gracias a sus exorbitantes precios de venta.
El whisky escocés más caro del mundo, se ha llegado a pagar casi un millón de dólares (788.000€ aproximadamente) por una botella de este sofisticado alcohol, su sabor es descrito como seco y con un regusto a regaliz. El envase de este whisky es un objeto de colección en cuya etiqueta podemos encontrar una obra de arte original del artista Valerio Adami. Debido a que solo se realizaron 40 etiquetas se ha convertido con el tiempo en un objeto muy preciado para coleccionistas.
Con un valor de 260.000€ podemos destacar que es el vino más caro del mundo, del cual solo se han fabricado 12 botellas en todo el mundo. Cuando el propietario de la misma quiera abrirla, un especialista deberá acudir a la apertura. El diseño de la botella es mérito de dos diseñadores Andrew Bartlett y Hendrik Forster, el primero diseñó tu envoltorio de madera y el segundo el recipiente de cristal en el que se encuentra suspendido el producto.
El champán es uno de los símbolos más representativos del lujo y por lo tanto no podía quedarse fuera de esta lista. La botella de este champán es la más grande y cara de la historia, su precio es de 162.000€ y fue Alex Hope quien la compró, sus medidas son de 1,50 metros de altura, 30 cm de ancho y tiene un peso de 45 kg. Es el equivalente a 40 botellas de champán de tamaño estándar.
De este whisky solo hay 12 botellas en todo el mundo y una de ellas se subastó en 2002 por 28.000€. Tiene una vejez de 62 años y lo máximo que se ha llegado a pagar por una botella de 64 años ha sido 405.000€ en una famosa casa de subastas.
El Cheval-Blanc Bordeaux es un vino raro, pues es una botella de 6 litros y se vendió en 2010 a un coleccionista privado por 268.420€. Así pues también supera al Chateau Lafite Rothschild de 1869. Gracias a un buen año, 1947, se consiguió un vino muy aromático y uno de los mejores Burdeos de todos los tiempos.
Este lujoso Vodka escocés de la destilería Blackwood cuenta con un triple destilado, primero se filtra en hielo y luego se pasa por carbón de abedul nórdico y como paso final y el que lo hace tan lujoso y exclusivo es el de filtrar el líquido a través de una arena de piedras preciosas y semipreciosas y aquí no queda la cosa, su botella fabricada con cristales Swarovski hace que esta botella adquiera cifras astronómicas con la que rozamos el millón de euros, concretamente 873.098€.
Auténtica pieza de coleccionista, no solo para los amantes de las bebidas sino también para los amantes del packaging de botellas. Una auténtica obra de arte, vamos. Este cognac es envejecido durante más de 100 años y es considerado como el ADN del cognac. La botella está valorada en 2 millones de dólares ya que está compuesta por oro de 24 quilates y platino de ley. La botella fue creada por Ley 925, los mismos que crearon la botella más cara de la historia que veremos a continuación.
Como podréis ver en la imagen esta botella emula el diseño del automóvil clásico Russo-Balt, es de oro y fue creada “para atraer a la realeza rusa, magnates y adinerados de alrededor de todo el mundo”. El precio es de 1.3 millones de dólares.
Este envase está hecho de oro de 18 quilates, perlas, más de 1.000 diamantes y además fue forjado a mano. El precio ronda los 2,6 millones de dólares.
Botella fabricada en cerámica y platino puro y tiene 6.400 diamantes incrustados. El diseñador fue el mejicano Fernando Altamirado y el creador Ami Mesika. Se le conoce también con el nombre de Diamond Sterling. Está valorada en 3,5 millones de dólares. Poco más que decir de esta joya del lujo y la ostentación.