Llegó el día que todos los aficionado al tenis temían, el del adiós definitivo de Roger Federer, una de las mayores leyendas de este deporte. Tras probar numerosas terapias y rehabilitaciones, la rodilla derecha del suizo ha dicho basta. El ex número uno del mundo ha anunciado su retirada a los 41 años dejando un legado histórico con más de cien títulos en sus vitrinas, entre ellos 20 Grand Slams, y numerosos registros de récord que le convirtieron en uno de los deportistas mejor pagados del mundo, incluso en una etapa final en la que se prodigó poco en las pistas.
Federer es el segundo tenista de la historia que más dinero ha ganado con premios en torneos ATP, con 130 millones de dólares. Pero la cifra se dispara fuera de las canchas. Hablamos de posiblemente el tenista más famoso de todos los tiempos y el más querido, al nivel de Michael Jordan en el baloncesto o de Tiger Woods en el golf, por lo que las marcas han pagado auténticas millonadas por asociar su nombre al del suizo. Así, su fortuna se eleva por encima de los 800 millones de euros.
Según Forbes, solo en el último año se ha embolsado 90 millones de dólares: esta cantidad la ha conseguido en su totalidad gracias a sus contratos publicitarios, negocios y patrocinios, porque no juega un partido oficial desde el verano de 2021, cuando disputó los cuartos de final de Wimbledon. Por comparar, Rafa Nadal se ha embolsado este año 31,4 millones de dólares. De ellos, 6,4 millones en la pista de tenis. El resto, con actividades ajenas al tenis. Y Novak Djokovic se ha embolsado 27,1 millones (20 por ingresos ajenos a su rendimiento deportivo).
Paradójicamente los ingresos de Federer se han disparado en el invierno de su carrera. Por ejemplo, cuando Nike decidió en 2018 dar por terminado su contrato con el suizo él negoció otro acuerdo con la marca japonesa Uniqlo que le reportará mas de 100 millones en varios años. Después firmó otro contrato con la marca de calzado deportivo ON Running, de la que dispone el 3 % de las acciones, según Libre Mercado. Eso sin mencionar sus convenios con Rolex, Wilson, Moët & Chandon y el Banco Suizo, entre muchos otros.
Es de esperar que, pese a la retirada, Federer siga generando grandes ingresos por publicidad, tal es el magnetismo que genera entre las marcas el gran caballero de la raqueta. “Cómo muchos sabéis, los últimos tres años han sido un desafío para mí por las lesiones y las operaciones. He trabajado duro para poder volver a mi mejor forma, pero también sé las limitaciones de mi cuerpo y los mensajes que me ha mandado han sido claros. El tenis me ha tratado de manera más generosa de lo que nunca soñé y hay que reconocer cuándo es hora de poner final a mi carrera profesional. La Laver Cup de la semana que viene en Londres -del 23 al 25 en el O2 de la capital inglesa- será mi último torneo ATP. Jugaré más al tenis en el futuro, por supuesto, pero no más Grand Slams o en el Tour”, escribía el suizo en sus redes a modo de despedida.