Las alarmas saltaron el pasado viernes cuando las acciones de Deutsche Bank (DB) se desplomaron un 14%, su mayor caída en tres años, avivando los miedos a que se produzca un contagio financiero tras los graves problemas de Credit Suisse. Este lunes la entidad alemana parecía dejar atrás aquel terremoto bursátil, pero es posible que sigas inquieto si tienes ahorros o algún producto contratado con ella. ¿Cómo te pueden afectar estas turbulencias? ¿Puedes respirar tranquilo? Te despejamos las dudas.
El desplome de DB se produjo después de anunciar que planea amortizar anticipadamente un bono subordinado, cuyo valor se había desplomado en las últimas semanas. El plan prevé redimir 1.500 millones de dólares de deuda subordinada el próximo 24 de mayo, antes de su vencimiento en el 2028. Aunque el banco aseguró que contaba con "todas las aprobaciones reglamentarias requeridas", el pánico volvió a propagarse en el sector, todavía muy susceptible tras la bancarrota del Silicon Valley Bank y el rescate in extremis de Credit Suisse.
El canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró que "no hay motivo para estar preocupado" por la situación del DB. "Ha modernizado y reorganizado fundamentalmente su modelo de negocio y es un banco muy rentable", explicaba en rueda de prensa en Bruselas al ser preguntado por la situación del banco.
El analista financiero Javier Ruiz tampoco ve motivos para la alarma si se poseen activos financieros en la entidad. En el caso de que tengas una hipoteca contratada con el banco, "está a está a salvo, incluso aunque el banco quebrara, que no va a pasar". En el peor de los casos, "el que la compre se encargará de seguir cobrándote religiosamente".
Si lo que tienes en el Deutsche Bank son ahorros, "tampoco hay nada de qué preocuparse si tienes menos de 100.000 euros en el banco porque el Fondo de Garantía de Depósitos cubre eso por cuenta y cliente". Pero ante todo, Ruiz insiste en despejar incertidumbres porque "la banca no va a quebrar. Esto es una locura especulativa".
El terremoto en el Deutsche Bank se registró en plena fase de tranquilidad del banco tras años de encadenar crisis y problemas, saldados con un plan de reestructuración de cuatro años que supuso el recorte de miles de empleos y el abandono de gran parte de su negocio de banca de inversiones. Ahora es el banco líder en Alemania, y el octavo de Europa en activos, con 1,32 billones de euros, según el ránking de S&P Global Market Intelligence.
La reputación de 'banco enfermo' de Europa ya quedó atrás, pero algunos analistas apuntan a que su actual fragilidad bursátil se debe la composición de su balance. El banco alemán 'atesora' una cartera importante de préstamos hipotecarios de oficinas en EEUU (también en Europa) y 42 billones de euros en valor nocional de derivados, aunque realmente su riesgo en estas operaciones no se acerca ni de lejos a esa cantidad. Su exposición al mercado de derivados es mucho menor de lo que parece.