En noviembre del año pasado bitcoin atravesaba su mejor momento. Llegó a alcanzar una valorización de 69.000 millones de dólares, marcando un máximo histórico que se contagió a todo el mercado de las criptomonedas. A día de hoy la moneda digital por excelencia está por debajo de los 34.000 dólares. Una brutal caída del 50% de su valor en seis meses que prueba la extrema volatilidad del mundo cripto.
Y no es solo bitcoin. Ethereum, la segunda criptomoneda más importante del mundo, también ha perdido valor, con un descenso de más del 10% en la última semana, según informa la BBC. Entonces ¿qué pueden esperar los inversores en criptodivisas en los próximos meses? El escenario de incertidumbre global afectada por la inflación, las sanciones europeas a Rusia y la subida de los tipos de interés invita a pensar en nuevas caídas.
En ese sentido, el alza de los tipos de interés en Estados Unidos ha sido un detonante definitivo para explicar el desplome de bitcoin en la última semana. Para combatir la inflación la Reserva Federal subió medio punto (0,50%) los tipos, una subida considerable que no se había aplicado desde 2000. El efecto inmediato fue un desplome importante de las grandes tecnológicas, que ya estaban de capa caída. El Nasdaq100 perdió un 13% solo en abril de 2022, y la pérdida acumulada en lo que llevamos de 2022 es del 21%.
Quizás podríamos pensar que las criptomonedas deberían seguir su propio camino al tratarse de productos muy distintos a los que se manejan en la bolsa tradicional, pero en los últimos tiempos se percibe que la fluctuación de estos activos coincide más con las de los propios mercados. ¿Por qué sucede esto? Porque las criptodivisas ya no atraen solo a pequeños inversores. El interés de las instituciones es cada vez mayor.
En ese sentido, la subida de tipos de interés han tenido un claro efecto en la caída de las inversiones 'más arriesgadas'. Y las tecnológicas y los criptos lo son. Como suele ser habitual en tiempos de incertidumbre, los inversores tradicionales suelen vender lo que consideran activos de mayor riesgo y trasladan su dinero a inversiones más seguras.
En Estados Unidos se está hablando ya de otra subida de los tipos de interés del 0,75%, lo que haría aún menos apetecible la inversión en activos de riesgo. Si eso ocurre, tanto bitcoin como el resto de las criptomonedas podrían verse afectadas. De momento, los inversores se ven obligados a esperar en medio de cierta incertidumbre.
"La preocupación ahora para los inversores en criptoactivos es cuándo terminará la caída en un entorno adverso en el que los mercados de inversión están luchando para decidir dónde están los niveles cómodos a raíz de las subidas de los tipos de interés planificadas para sofocar la creciente inflación en todo el mundo occidental", ha señalado el analista de eToro, Simon Peters.
El experto recuerda que la volatilidad y el bajo rendimiento del mercado tienden a corregirse con el tiempo, por lo que "la clave ahora es que los inversores se aseguren de que están satisfechos con sus casos de inversión, y estén preparados para mantener el rumbo ante una mayor volatilidad".
Por eso las expectativas a futuro de muchos expertos son buenas para las criptomonedas. El CEO de Coinbase, Brian Armstrong, aseguraba hace unos días que "las criptomonedas podrían tener 1.000 millones de usuarios en una década". "Mi opinión es que en 10-20 años, veremos una parte sustancial del PIB en la criptoeconomía", dijo.