Las consecuencias de la guerra en Ucrania ya se están dejando sentir en la economía mundial y también en nuestros bolsillos. La incertidumbre sobre cuánto durará y qué alcance tendrá el conflicto bélico dispara el nerviosismo en el mercado de las materias primas y de las Bolsas. Lo único que parece seguro es que va a haber menos crecimiento económico y más inflación, por lo que la amenaza de estanflación también es mayor. Ante esta situación va a haber que ir haciéndose a la idea de que perderemos poder adquisitivo. Los ahorros que tenemos en el banco, a priori, no corren peligro, pero sí es probable que su valor caiga. Te explicamos por qué.
La esperanza de que la creciente inflación -que alcanzó el 7,6% en febrero en España- fuese transitoria se ha desvanecido a causa del conflicto. Y cuanto más dure será peor, especialmente para Europa. En esa tesitura, el Banco Central Europeo tiene que hilar muy fino con las medidas a tomar para no frenar aún más la economía en el intento de controlar la inflación. De momento seguirá sin subir los tipos de interés, lo cual tiene un efecto positivo, que las hipotecas sigan baratas, pero por otro lado significa que continuarán sin darnos nada por nuestros ahorros en el banco.
Los mayores retornos a día de hoy solo los ofrecen bancos medianos o pequeños que necesitan captar fondos y en entidades extranjeras. Se pueden llegar a encontrar ofertas que rentan hasta el 1,14% TAE, pero a largo plazo. Y en las cuentas, los intereses más altos requieren una serie de condiciones vinculantes, como domiciliar la nómina, recibos y mantener cierto saldo en productos del banco.
Sin productos de rentabilidad garantizada que nos ofrezcan un tipo de interés decente y con la inflación devorando nuestros ahorros, las opciones se limitan a conservar la calma y esperar. Los expertos recomiendan que quienes tengan ahorros en planes de pensiones y fondos de inversión no tomen decisiones apresuradas de las que puedan arrepentirse. El mejor consejo es mantener la planificación de ahorro a largo plazo propuesta cuando se gestionó la inversión y reducir la exposición al riesgo.
Sin embargo, si decidimos ignorar las llamadas a la prudencia, hay opciones para proteger el valor de nuestros ahorros. Por un lado, podemos decantarnos por inversiones de mayor riesgo. Existen fondos que apuestan por activos alternativos y ofrecen altos rendimientos, aunque hay que asumir su iliquidez y sus altas comisiones. Ahora bien, es muy importante ser consciente de dónde se invierte y contar con un buen asesoramiento.
Otra opción sería invertir en vivienda. Comprar una casa, a ser posible con hipoteca a tipo fijo. La rentabilidad de la vivienda en España cerró el ejercicio de 2021 en el 6,5%, que es algo menos del 6,8% registrado un año antes, pero que se mantiene como uno de los focos de inversión con menor riesgo del mercado. Los expertos coinciden en que seguirá siendo un buen valor refugio en 2022 frente a la inestabilidad de la bolsa.
Los españoles acumulan de 960.000 millones de euros en cuentas y depósitos, casi 100.000 millones más que cuando estalló el covid-19 en marzo de 2020, según datos del Banco de España a enero de 2022. Hay que subrayar que los bancos españoles no deberían tener ningún problema en mantener este dinero bien protegido a pesar de una crisis como la actual. El sistema financiero europeo y el español en concreto es lo suficientemente sólido y solvente. Pero también existen mecanismos de garantías bancarias, como el Mecanismo Único de Resolución (MUR) o la regulación y supervisión única, que garantizan nuestros ahorros.
En la UE existe un compromiso legal de protección de los ahorradores con los fondos nacionales de garantía de depósitos, que cubren hasta 100.000 euros por cliente y entidad. Esto significa que si un banco se declara en bancarrota y no puede devolver los depósitos, los ahorradores, recibirán su dinero íntegramente hasta ese tope de 100.000 euros, independientemente de su nacionalidad o el país de residencia. Solo el saldo que excede de esa cantidad está sujeto a un riesgo de insolvencia. Por eso, si se tienen ahorrados más de 100.000 euros, conviene guardarlos en diferentes entidades.
Solo el tiempo dirá qué puede ocurrir en un futuro próximo. Los expertos siempre toman como referencia el pasado para anticipar cómo puede evolucionar el futuro. Por ello, es de esperar que cuando el actual conflicto bélico se resuelva, los mercados vuelvan a su ser y aquellos que hayan aguantado sus posiciones se vean recompensados. Hasta entonces, lo más aconsejable es no perder los nervios ni dejarse llevar por la volatilidad de las últimas semanas.