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Lejos de la nueva PlayStation 5 o la Xbox Series X no hay nada que reúna más a toda la familia en el salón que un buen juego de mesa, ya sea un monopoly, algo tan sencillo como un parchís o un juego lleno de estrategia para ganar a tu adversario como el ajedrez. Cualquier tarde domingo lluviosa y fría es ideal para reunirse y echar una larga partida de lo más entretenida, aunque lejos de todos esos juegos que tienes por casa ojo a estos, porque son los de toda la vida pero un paso más allá: juegos de mesa de lujo con una buena ración de piedras preciosas que cambiarán por completo tu visión sobre la partida.
Hay versiones de monopoly para dar y regalar, pero esta es, sin duda, la más especial y exclusiva de todas, al alcance de unos pocos. El joyero Sidney Mobell es el encargo de haber fabricado esta maravilla de los juegos de mesa que tiene un tablero de oro de 18 quilates con pequeñas incrustaciones de rubís y zafiros, mientras que los puntos de los dados llevan diamantes. Además, para no perder el toque sofisticado cada una de las cartas tiene esa tonalidad dorada que parece que están bañadas en oro. En total dos millones de euros es lo que le costó a la compañía que lo ha comprado.
La marca joyera, por mucha crisis que venga, no ha dudado en sacar buena parte de su artillería de cara a estas navidades reinventando por completo los juegos para llevarlos a un nivel superior de lujo. Por un lado el Mahjong lleva una caja en ese azul tan característico de la marca con todas sus fichas hechas de plata esterlina, nogal americano o cuero que puede costar unos 15.000 dólares. Mientras, el ajedrez, que trae también su juego de damas, tiene un tablero de nogal americano y unas fichas de amazonita y howlita, todo por unos 10.000 dólares.
Ya que hablamos ajedrez habrá que nombrar otro tablero de lujo, mucho más exclusivo que el de Tiffany & Co, pues Pearl Royale, así se llama este majestuoso ajedrez, podría calificarse como el más caro del mundo si tenemos en cuenta que su precio asciende a los cuatro millones de dólares. ¿Por qué? Pues básicamente porque está hecho a mano con oro blanco macizo de 18 quilates y, por si te parecía poco, está cubierto de diamantes. Desde luego que ganar una partida con este tablero debe ser la mayor de las satisfacciones.
Unos lo aman, otros lo consideran aburrido y otros tantos juegan por jugar, pero lo cierto es que el dominó siempre está ahí, aunque este será muy difícil de ver en vivo y el directo. Cuesta casi 150.000 euros porque Lieb Manufaktus, la empresa alemana que lo ha creado, lo ha hecho con oro sólido y casi 170 diamantes y un cuidado extremo sobre sus 28 piezas de oro de 18 quilates que vienen bien guardadas en una impresionante caja de mármol.
¿Te imaginas a Louis Vuitton diseñando un juego de mesa? Pues fuera de tu mente porque es toda una realidad, en concreto ese juego que crea tanta tensión: el jenga, donde mejor será que no se te caiga a ti la torre o habrás perdido. Desde luego el diseño es espectacular, más aún si estamos acostumbrados a ver los modelos básicos de madera. Cada uno de estos bloques está hecho de una tonalidad diferente, pasando por el rojo y varias tonalidades de rosa y azul que se pueden admirar desde su caja transparente con asa de cuero. En total más de 2.500 euros que si comparamos con los demás juegos, es toda una ganga.