Los famosos están hechos de otra pasta. En una época en la que los problemas de alquiler y vivienda se han convertido en una de las grandes preocupaciones de la población mundial, las grandes estrellas siguen disfrutando de los más grandes lujos en sus impresionantes mansiones, unas ostentosas construcciones con un precio de infarto en las que no nos importaría perdernos. Si creíais que ya lo habías visto todo en lo que a casas se refiere, agárrate: estas cinco mansiones harán que te replantees muchas cosas.
Nueva York, Central Park South: aquí fue a donde el líder de The Police decidió mudarse tras vender su lujoso dúplex de Central Park West por un valor de 50 millones de dólares. Sting y su mujer, Trudie Styler, ocupan desde 2019 un espectacular ático de 540 metros cuadrados situado en uno de los edificios más modernos de la Gran Manzana. Por el pagó 66 millones de dólares, calderilla para una de las grandes estrellas de la música de la década de los 80.
Son uno de los matrimonios más ricos y poderosos del mundo y, cómo no, no escatiman en gastos. Beyoncé y Jay-Z se hicieron en 2017 con una de las viviendas más exclusivas y modernas de la zona de Bel-Air, en los Ángeles, California. Con un terreno de más 2.8000 metros cuadrados, por ella pagaron 88 millones de dólares y en ella podemos encontrar todo lo que una persona podría imaginar: cuatro piscinas exteriores, instalaciones de spa y fitness, helipuerto, una garaje con capacidad para quince coches, residencia para el servicio y ventanas panorámicas a prueba de balas. Todo para los indiscutibles reyes de la música.
El mundo del deporte paga muy bien, y más cuando eres un deportista de la talla de Tiger Woods. La gran estrella del golf cuenta con un espectacular patrimonio valorado en 800 millones de dólares, una desorbitada cifra que ha ido creciendo con el paso de los años y que lo mantiene como uno de los deportistas mejor pagados de la historia. Allá por 2010, el golfista destinó parte de sus elevadas ganancias a la compra de una impresionante mansión en Jupiter Island, una de las zonas más exclusivas de Florida.
Valorada en 54 millones de dólares, esta vivienda posee más de 900 metros cuadrados y está situada en un enorme terreno con jardines en los que se encuentran una pista de tenis, una piscina de buceo y una de natación. Además, cuenta con muelle privado y una pequeña pista de golf en su patio trasero. Su interior, como no podía ser de otra forma, mantiene toda la riqueza de la parte exterior, con sala de cine, teatro, un gimnasio totalmente equipado, un estudio de golf, una bodega y garaje, entre otros muchos lujos.
Villa Oleandra: este es el nombre que recibe la espectacular mansión que el matrimonio Clooney tiene en Italia. Comprada por el actor a comienzos de los 2000, esta vivienda del siglo XVIII está valorada en 11,7 millones de dólares y se encuentra enclavada sobre uno de los lagos más bonitos de Italia: el Lago de Como.
Con vistas a los Alpes, la mansión cuenta con 25 habitaciones, piscina, cine al aire libre, cancha de tenis, un gimnasio totalmente equipado y un garaje para que el actor guarde su amplísima colección de motos. Además, dispone de un embarcadero totalmente privado. Como curiosidad, por la vivienda han pasado algunas de las personas mas importantes del mundo del entretenimiento y la política, como el príncipe Harry y Meghan Markle.
Es la mujer más exitosa de la industria de la televisión y uno de los grandes iconos del entretenimiento de Estados Unidos. Suya es una de las fincas más impresionantes de las grandes estrellas: "Promised Land", o Tierra Prometida, un exclusivo terreno de más de 30.000 metros cuadrados situado en Montecito, California.
Es aquí, precisamente, donde se encuentra la vivienda principal de la presentadora, una mansión de estilo neogeorgiano construida en 1912 con una superficie de 2.100 metros cuadrados. En su interior, podemos encontrar todo tipo de lujos, como dos salas de cine, una sala de té estilo invernadero, una biblioteca y una gran cantidad de esculturas, entre otros. Valorada en 100 millones de dólares, la presentadora la adquirió en el 2001 por la mitad de su valor actual: 50 millones de dólares.