Durante décadas, el hombre soñó con el sueño americano. Estados Unidos era el país de las oportunidades, la tierra en la que podíamos conseguir fortuna y cambiar nuestra vida. En todo el mundo, miles de emprendedores abandonaron su tierra natal para cruzar el charco y hacerse las Américas, con mejor o peor suerte.
Sin embargo, el complejo sistema de inmigración, el auge de los sentimientos nacionalistas y las polémicas políticas anti-migratorias de la era Trump han roto el sueño. Estados Unidos ya no es la tierra a la que van los mejores, sino un lugar hostil en el que los emigrantes ya no pueden desarrollar sus ideas libremente.
A pesar de que la administración Biden ha recuperado la International Entrepreneur Rule, un programa de inmigración que permite que los extranjeros se queden hasta cinco años en el país y que había sido revocado por Trump, conseguir la residencia permanente sigue siendo muy complicado, un hecho que, unido a los retrasos en la entrega de las visas que la acreditan, puede desanimar a los emprendedores a lanzarse a las Américas.
Como consecuencia, cada vez son más quienes buscan oportunidades en otros países. Tal y como señalan desde la revista Forbes, durante el mandato de Donald Trump el número de emprendedores extranjeros de Estados Unidos creció tan solo un 4,1%, una cifra muy alejada del incremento del 11,3% registrado tres años antes. Además, en 2019 la cifra decreció por primera vez desde 2000, tras bajar en 4.400 personas.
Ahora que Estados Unidos ya no es la tierra de las oportunidades de antaño, los emprendedores tienen que explorar otras opciones en las que probar su fortuna. Actualmente, según los datos de Forbes, hay aproximadamente 25 países en todo el mundo que han implementado un sistema de visas para ayudar a los emigrantes a desarrollar sus negocios, pero ¿cuáles son las mejores alternativas? Según la prestigiosa revista, estos son cinco países que se lo están poniendo fácil a los emprendedores.
Es el segundo país más grande del mundo, una de las economías más importantes del momento y uno de los países que está ofreciendo visas para emprendedores. Para optar a ella, se necesita tener un buen nivel de inglés o francés y una inversión, que puede ser de 165.000 dólares en una firma o de 62.000 en una incubadora de empresas.
En Lationamérica también encontramos opciones para invertir. Una de las mejores es Chile, uno de los países más ricos de la región, con una economía basada en un potente sector servicios y en la exportación de materias primas como el cobre o el litio.
Gracias a la implantación en 2010 de Start-up Chile, la aceleradora de startups con la que el Gobierno chileno quería atraer a los emprendedores, el país se ha convertido en uno de los lugares más recomendados para emprender. El programa ofrece financiación, espacios de co-working, programas de entrenamiento y reuniones de apoyo entre emprendedores, entre otros, y hasta la fecha ha ayudado a 1.960 empresas.
Desde el lanzamiento en 2017 de StartUp Estonia, un programa estatal creado con el objetivo de atraer talento para mejorar el ecosistema empresarial del país, Estonia se ha convertido en el paraíso de los emprendedores.
Enfocado hacia sectores de rápido crecimiento como el tecnológico, una de las grandes bazas de este programa es la rapidez, pues su comité tan solo tarda diez días en gestionar las propuestas que recibe. Hasta ahora, un total de 2.750 personas se han presentado, y 750 emprendedores, procedentes, en su mayoría, de Rusia, Irán y la India, se han asentado en el país.
Al igual que Estonia y Chile, Irlanda también tiene un programa enfocado hacia los emprendedores: el Start-up Entrepreneur Programme, una iniciativa creada por el Gobierno en 2012 para permitir que los emprendedores extranjeros puedan asentarse en el país y desarrollar sus proyectos.
Para participar en ella, es necesario tener una “idea innovadora” y un mínimo de aproximadamente 61.000 dólares. No obstante, el sistema permite que todos los miembros de una misma familia se trasladen con el mismo permiso.
Los Países Bajos es otro de los países destacados por la revista Forbes para desarrollar nuevos proyectos. Quinta economía más grande de la Unión Europea, el programa para emprendedores de los Países Bajos se caracteriza por exigir unos ingresos mínimo de tan solo 25.000 dólares al año, mucho menos que otras regiones de la lista.
Este permiso tiene una validez inicial de doce meses, aunque, una vez terminado, puede ampliarse. Además, los emprendedores que se apunten al programa y no pertenezcan a la Unión Europea deberán trabajar con alguno de los 30 facilitadores que existen en el país para impulsar su negocio.