Este 2022 entró en vigor el nuevo sistema de revalorización de las pensiones, una fórmula que se incluye en la primera parte de la reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno y los agentes sociales y que toma como referencia el IPC (Índice de Precios de Consumo) medio entre los meses de diciembre y noviembre. O lo que es lo mismo: el IPC medio del año anterior.
Esta medida sustituye al anterior sistema, que calculaba la revalorización de estas prestaciones en base al IPC previsto para el año y que compensaba las posibles desviaciones que pudiesen surgir con una paga extra (la famosa paguilla).
A raíz de su aplicación, en este 2022 las pensiones contributivas tanto de jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad y favor de familiares, han experimentado una subida del 2,5%, mientras que las no contributivas y las mínimas han aumentado un 3%.
Con estas subidas, la cuantía máxima de las pensiones contributivas en este 2022 se sitúa en un total de 39.468,66 euros anuales repartidos en 14 pagas de 2.819,19 euros mensuales. En 2021, el máximo alcanzó los 37.904,86 euros anuales repartidos en 14 pagas de 2.707,49 euros mensuales, lo que supone un aumento de 111,69 euros mensuales al mes.
En el caso de las pensiones no contributivas, el máximo para estas prestaciones se cifró en 5.899,60 euros anuales, repartidos en 14 pagas de 421,40 euros mensuales. No obstante, a raíz del aumento desmedido de la inflación, el Gobierno aprobó a principios de junio una subida del 15% para estas pensiones, que se extenderá hasta, como mínimo, finales de año.
Independientemente de sus circunstancias, ningún pensionista puede cobrar una cuantía superior al límite máximo marcado por la ley. Tampoco puede, en cualquier caso, cobrar una cuantía que se encuentre por debajo del mínimo, aunque esta cifra varía dependiendo de la situación personal del beneficiario.
En el caso de las pensiones de jubilación contributivas, la Seguridad Social establece el mínimo al que pueden acceder estos pensionistas en base a su edad y los familiares que tenga a cargo. Como consecuencia, las cuantías mínimas en 2022 para este tipo de prestaciones quedan definidas de la siguiente forma:
En el caso de las pensiones no contributivas, se establece una cuantía mínima de 1.474,90 euros al año (105,35 euros mensuales). En caso de que dentro de una misma familia conviva más de un beneficiario de pensión no contributiva, la cuantía individual máxima para cada uno de ellos se reducirá en función del número de beneficiarios.