En España una persona puede jubilarse a los 65 años, siempre y cuando acredite más de 37 años y 9 meses de cotizaciones. En caso de acumular menos años de cotización, no se puede jubilar hasta haber cumplido 66 años y 4 meses. El objetivo es que en 2027, si no se ha trabajado 38 años y medio como mínimo, la edad legal quede establecida en 67 años. Pues bien, el Círculo de Empresarios propone ahora el alargamiento voluntario de la edad de retiro a un tramo de entre los 68 y los 72 años, un incremento notable y no exento de polémica.
Así, para percibir la prestación completa habría que llegar hasta el máximo y, de hacerlo antes, se penalizaría al trabajador. "Si se jubila antes, habría una leve reducción de la pensión y si se jubila después, un incentivo", ha argumentado el presidente la organización, Manuel Pérez-Sala.
¿Y por qué propone este retraso voluntario acompañado de incentivos? La organización conservadora cree que la reciente reforma del sistema de pensiones “no asegura su viabilidad, solo retrasa el problema, es profundamente insolidaria y exigirá un gran sacrificio a los ciudadanos en activo”.
La propuesta ha tenido rápida respuesta en las patronales CEOE y Cepyme. “En los acuerdos que tenemos, en principio, no está en esa edad, pero el Círculo de Empresarios tiene toda la autonomía para hacer los planteamientos que considere”, ha señalado el presidente de la primera, Antonio Garamendi. El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, se ha mostrado sorprendido y ha señalado que desde la organización nunca se ha planteado esa subida de la edad de jubilación.
También la candidata de Sumar a la Presidencia del Gobierno, Yolanda Díaz, ha reaccionado a la propuesta recalcando que con ella en el gobierno un albañil, una limpiadora, una camarera o personas que sufran en este país no va a trabajar más allá de los 65 años. "Si quieren hacerlo, que trabajen ellos hasta los 70 años, pero nosotros no", ha sentenciado.
Por otra parte, el Círculo de Empresarios también propone un alivio fiscal para los empresarios, eliminar los impuestos extraordinarios a la banca y las energéticas, que aportan 3.000 millones de euros anuales a las arcas del Estado y retirar el impuesto sobre el patrimonio.
Además, también apoya implantación de un modelo similar al de la mochila austriaca para crear cuentas de ahorro individual a los trabajadores que se nutran de la actual cotización por desempleo a la Seguridad Social. La cuantía de esa cuenta podría ser utilizada por el trabajador para desempleo, formación o como complemento de su futura pensión.
También defiende que se debe promover el ahorro privado, mediante un adecuado sistema de incentivos fiscales, que no discrimine a los ciudadanos ni a sus preferencias de ahorro.