Estamos ya en septiembre y muchos jubilados tienen la vista puesta en sus prestaciones de cara a 2024. ¿Van a volver a subir? El Real Decreto-ley 2/2023, publicado el pasado mes de marzo, introdujo cambios que afectarán a las pensiones de jubilación, así como a las de viudedad o incapacidad permanente. Y traen buenas noticias. Entre todas las novedades que contemplaba figuraba una nueva subida de las pensiones a partir del próximo año.
En primer lugar, como sucedió en enero de 2023, el 1 de enero del próximo año las pensiones contributivas se revalorizarán conforme al IPC medio interanual. Si este año la inflación hizo que las pensiones subieran un 8,5%, en 2024 el Gobierno garantiza de nuevo que los pensionistas no perderán poder adquisitivo en función al IPC de noviembre. Eso sí, lo más probable es que dicha revalorización sea inferior debido a que las tensiones inflacionistas también han disminuido.
Por otro lado, se prevé un aumento progresivo de las pensiones hasta 2027, momento en el que comenzará a aplicarse una nueva medida relativa a este tipo de pagas. Según señala el BOE, a partir de ahora se garantizará que las pensiones mínimas contributivas alcancen ese año el 60% de la renta mediana en España. Y para lograrlo se ha establecido un calendario progresivo de incremento entre 2024 y 2027 que permita alcanzar ese objetivo.
Esto permitirá que la brecha que existe entre las pensiones contributivas de jubilación con cónyuge a cargo y el umbral de la pobreza para un hogar de dos adultos se reduzcan de forma progresiva. Este es el calendario establecido para ello:
Se prevé que la pensión mínima de jubilación con cónyuge alcance los 16.511 euros brutos anuales en 2026. También se planea aumentar las pensiones mínimas de viudedad, una de las más bajas en la actualidad (en los últimos datos publicados por la Seguridad Social tiene una cuantía media de 852,4 euros mensuales), entre un 17% y un 30% a partir de 2024, con el objetivo de que estas subidas alcancen entre 40 y 16 euros mensuales para 2027.
Además, hay un complemento de brecha de género que se aplicará en ciertas pensiones, y este también aumentará en un 10% adicional al índice de precios al consumo (IPC) de referencia. En cuanto a las pensiones no contributivas, estas también experimentarán un aumento. Para 2027, se espera que estas pensiones alcancen el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal, lo que significa un aumento significativo en los beneficios para estas personas.