Los pensionistas llegarán a 2024 con la tranquilidad que da saber que sus prestaciones se revalorizarán con el IPC cada año, incluso aunque la inflación esté disparada. El compromiso asumido tanto por el Ejecutivo en funciones como por los partidos de la oposición para no cambiar la ley pese al impacto que pueda suponer para la arcas públicas garantiza que que la pensión máxima alcanzará un nivel significativamente más alto, llegando a los 3.200 euros, todo un pellizco para quienes tengan la suerte de percibirla.
La vinculación de las pensiones al Índice de Precios al Consumidor (IPC) garantiza que el poder adquisitivo de los pensionistas se pueda mantener siempre alineado con la evolución de los precios. Eso significa que la Seguridad Social tendrá que soportar la subida de las pensiones que marque la inflación. El Gobierno esperaba una fuerte moderación de los precios a lo largo de este año, que finalmente no se está produciendo tal y como se preveía y los precios han vuelto a repuntar en septiembre.
Así, las pensiones contributivas tendrán que revalorizarse en enero como mínimo el 3,6% estimado por el Banco de España para 2023, aunque dependerá de la cifra media a la que apunte el IPC medio entre los incrementos interanuales desde el pasado noviembre hasta el próximo. Ese aumento también afectará a las máximas, que por primera vez en la historia superarán la barrera de los 3.200 euros al mes en 14 pagas. La cuantía es equivalente a más de 45.000 euros anuales de pensión pública, lo que supone un incremento considerable teniendo en cuenta que el año pasado no llegaba a los 3.000 euros y que en 2021 estaba en los 2.819 euros mensuales.
¿Y qué jubilados disfrutarán de esa pensión máxima? Aquellos jubilados que hayan cotizado la base máxima durante los últimos 25 años de carrera profesional, además de contar al menos con un tiempo cotizado de 36 años y 6 meses.
En términos absolutos, un incremento del gasto en pensiones del 3,6% costará 7.000 millones de euros de gasto adicional. Y en 2024 se producirá un nuevo acelerón del gasto público si, como prevén los economistas, el IPC medio termina superando el 4%. A partir de ese año no se aplicará la medida de 'destope' en la pensión máxima inicial, que comenzará en 2025. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2024, se aumentará la pensión mínima contributiva por encima de la inflación con el objetivo de alcanzar el 60% de la renta mediana en 2027.