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En 2024 vas a ver un nuevo cambio en tu nómina como consecuencia de la reforma de las pensiones aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado mes de marzo. Se trata del nuevo impuesto introducido por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en las las nóminas de los empleados que están dados de alta en la Seguridad Social, con el fin de poder seguir pagando las pensiones de los jubilados en España: el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
En este 2023 el porcentaje del MEI aplicado en las nóminas era del 0,6%, pero esta cifra irá aumentando hasta el año 2050. La medida te interesa especialmente porque está hecha para poder sufragar las pensiones de los baby boomers, una generación que va a ir jubilándose en los próximos años.
Según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), este mecanismo supone la llegada de un “instrumento que, en lugar de condenar a los más jóvenes a pensiones más modestas, garantizan que el sistema que hoy conocemos va a mantenerse en las próximas décadas a través de la recuperación del Fondo de Reserva”.
Pues bien, desde el 1 de enero de 2024 el MEI sube una décima y supondrá un recorte del 0,7% en la nómina de cualquier trabajador, independientemente de su edad y salario. Este porcentaje se reparte en un 0,58% que pagará la empresa y un 0,12% que pagará el empleado.
Los porcentajes irán incrementando en los próximos siete años, hasta 2030 cuando se mantendrá estable durante los siguientes 20 años. Algo parecido ocurre con el porcentaje que cada parte asumirá, ya que a partir de esa fecha se repartirá en un 0,6% por parte de la empresa y un 0,6% por parte del trabajador.
Este porcentaje se mantiene para los trabajadores por cuenta ajena y que estén dados de alta en la Seguridad Social. Por otro lado están los autónomos, quiénes también deberán hacer frente al MEI con una cuota que se mantiene estable y que se calcula sobre los 5 euros mensuales.
Estableciendo un sueldo de 2.000 euros brutos, se calcula que en base a este impuesto se pagarán unos 12 euros, de los cuales 10 los asumirá la empresa y los otros dos euros, el empleado. En un salario de 1.500 euros, el nuevo impuesto supondrá 9 euros al mes, es decir, 8,10 euros los asume la empresa y 0,90 euros el trabajador.