8 de marzo. Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y día para repensarse y para reflexionar, en todos los ámbitos, dónde se están produciendo las mayores desigualdades. El ámbito de las pensiones no se escapa, y la brecha salarial entre hombres y mujeres todavía hoy es abismal. Recogemos los últimos datos de la Seguridad Social y las últimas medidas que se están tomando al respecto para intentar paliar una diferencia que nunca debería haber existido y, sin embargo, sigue muy presente a final de mes.
En el último informe sobre las pensiones publicado por la Seguridad Social en febrero los datos eran claros: "en el caso de los hombres, la pensión media del sistema alcanzó 1.248,99 euros, mientras que la mensualidad media percibida por mujeres ascendió a 824,65 euros"; es decir, una diferencia de casi 425 euros. Para equiparar unas con otras, habría que aumentar hasta prácticamente un 50% lo que percibe la mujer respecto al hombre, una cifra que casi duplica a la brecha salarial cuando se está en activo, fijada en el 28% de diferencia entre los unos y las otras.
Sin embargo, la brecha salarial en las pensiones es únicamente la punta del iceberg de un problema que se extiende realmente por toda la vida laboral. Según datos del INE, el salario medio de las mujeres durante su vida laboral fue de 20.6085 €/año, por lo que tendría que subir un 28,1% para equipararse al de los hombres, 26.392 €/año.
Además de la diferencia en el salario, también se encuentra el problema del tiempo cotizado. Los datos no engañan: el 66% de las mujeres no pueden alcanzar los 38,5 años de cotización exigidos para acceder a la jubilación a los 65 años con el 100% de la base reguladora, frente a, tan solo, el 25% de los hombres. Si nos vamos al trabajo autónomo, la cifra aumenta a que solo 1 de 64 mujeres pueden completar esa carrera de fondo con éxito.
Para paliar esta acuciante desigualdad, el ministro José Luis Escrivá presentó a mediados de febrero el complemento para reducir la brecha de género en las pensiones, dirigido sobre todo a las mujeres que han sufrido esta desigualdad durante su carrera laboral, pero pueden solicitarlo también los padres siempre y cuando se hayan visto más perjudicados en la carrera profesional.
Con esta medida, que ya estaba presente pero solo a partir del segundo hijo, el Ejecutivo pretende reducir la brecha de género en las pensiones del 30% a menos del 5%, momento en el que el complemento dejará de estar activo.
"En caso de que ninguno de los dos progenitores se hubiese visto perjudicado por periodos sin cotizar o por reducciones de trabajo, el complemento se adjudicará a la madre. Y en el caso de ser dos mujeres a la que tenga la pensión con un importe inferior", según informan desde la web de la Revista de la Seguridad Social
Este complemento parte de una cuantía fija de 378 €/año, por hijo, hasta un máximo de 4 hijos. En términos prácticos, una mujer con un hijo contará con 27 euros al mes más en su pensión; con dos hijos, tendrá 54 euros más al mes, etc. La cuantía se abonará en 14 pagas y se irá actualizando de acuerdo con la revalorización de las pensiones.
El cambio de trabajador a pensionista suele notarse en el bolsillo, sobre todo en el caso de aquellos que han obtenido una mayor remuneración durante la vida laboral. Antes de tomar esa decisión y para no llevar un nivel de vida muy inferior al que se está habituado es importante tener en cuenta una serie de errores que suelen cometerse al jubilarse, como puedes ver en el siguiente vídeo