El Pacto de Toledo acelera para tener las recomendaciones de la nueva reforma de las pensiones antes de fin de año. El ministro de la Seguridad Social, Jose Luis Escrivá ha comparecido este miércoles ante la Comisión para explicar por donde van a ir los tiros. Si estás pensando en jubilarte antes de tiempo, te contamos cómo quiere el Gobierno modificar la Ley actual.
La crisis de la covid19 tiene en vilo a millones de trabajadores cuya situación no está clara. Por una parte, muchas personas acogidas ahora por los ERTES no se reincorporarán a sus trabajos: o serán
despedidas, o se verán inmersas en procesos de prejubilaciones o jubilaciones anticipadas. "En los últimos meses hemos notado un incremento notable de empresas interesadas en jubilaciones anticipadas y prejubilaciones, las tipologías que existen o los costes y servicios asociados. Concretamente, las peticiones de asesoramiento se han triplicado", explican desde la consultora de recursos humanos Mercer. El tema despierta el interés de mucha gente, pero ¿qué va a hacer el Gobierno al respecto en la inminente reforma de las pensiones?
El ministro de la Seguridad Social, Jose Luis Escrivá, ha comparecido este miércoles ante la Comisión del Pacto de Toledo y ha dejado claro que jubilarse anticipadamente saldrá más caro en el futuro. El endurecimiento de las condiciones de acceso a la jubilación anticipada es una de las tres líneas principales en la que está trabajando el Gobierno, junto a la separación de fuentes de financiación, el mantenimiento del poder adquisitivo (subida conforme al IPC), y el impulso de nuevos productos de ahorro, (más planes de empresa y menos individuales).
"Los coeficientes reductores benefician a los cotizantes de mayor base, que son penalizados con un 2%
anual, mientras que los de bases medias son penalizados hasta con el 8%, esto es algo que hay que corregir porque no está bien diseñado", ha dicho el ministro. "La legislación debe corregir elementos distorsionantes que han hecho que en los últimos 10 años, las jubilaciones anticipadas hayan pasado del 10% al 16%". Más claro el agua. La próxima reforma de las pensiones aumentará las penalizaciones por jubilación anticipada a aquellos que tienen bases de cotización medias y altas.
Por otra parte, jubilarse más tarde tendrá recompensa. Actualmente, por cada año completo cotizado a una edad superior a la edad legal de jubilación se incrementa la pensión en un 2%, si tienes 25 años cotizados, en un 2,75% entre 25 y 37 años cotizados, y en un 4% con más de 37 años. Es seguro que ese porcentaje subirá en la próxima reforma. El Reino Unido bonifica esta permanencia en el trabajo con un 10,4%, Alemania, con un 6%, y Francia, con un 5%. En este sentido Escrivá presentó unos datos significativos. Cerca de 100.000 personas se jubilan durante el año antes de alcanzar los 67 años, perdiendo la posibilidad de cobrar entre un 2% y un 4% más de pensión de por vida. Escrivá atribuye esta anomalía al desconocimiento de la norma.
También se presentarán nuevas fórmulas para compatibilizar el cobro de una pensión con el trabajo remunerado. Ahora se puede hacer, perdiendo el 50% de la pensión. La nueva reforma establecerá condiciones mejores para el que quiera acogerse a esta posibilidad.
También van a cambiar las cotizaciones de los autónomos. Escrivá ha anunciado "implementar una estrategia por tramos. Hay muchos autónomos que están cotizando por las bases mínimas cuando sus niveles de ingresos son más bajos. Eso llevaría a un importante número de autónomos a reducir sus cotizaciones" ha dicho el ministro. Los autónomos con ingresos más altos, tendrán que cotizar más.
Según los últimos datos de la Seguridad Social, la edad efectiva de jubilación está hoy en los 64,6 años, y la edad legal en los 65,8 años, que llegará a los 67 años en 2027. Según cálculos de la Autoridad Fiscal Independiente Airef, cada año que se retrase la edad efectiva de jubilación nos ahorramos un 1,2% del PIB.
Recordemos que prejubilación y jubilación anticipada son dos conceptos distintos. En la jubilación anticipada el trabajador accede a la pensión de jubilación a una edad más temprana de la legal sufriendo una merma de su pensión por cada año en que se jubile antes de tiempo. La jubilación anticipada está sujeta a la normativa de la Seguridad Social, y para acceder a ella debes cumplir unos requisitos de edad y años cotizados.
Actualmente, para las jubilaciones anticipadas involuntarias, debes acreditar al menos 33 años de cotizaciones y estar inscrito como demandante de empleo desde al menos 6 meses antes de acceder a la jubilación. Los coeficientes reductores en este caso van desde el 1,875% por trimestre que falte hasta la edad legal de jubilación si has cotizado menos de 38 años y medio, al 1,5% trimestral si has cotizado 44 años y medio o más.
Puedes jubilare anticipadamente de forma voluntaria hasta un máximo de 2 años respecto a la edad legal, si tienes al menos 35 años cotizados y si la pensión que te queda no es inferior a la mínima. En este caso se aplican coeficientes del 2% por trimestre cuando se acredite un período de cotización inferior a 38 años y 6 meses; hasta el 1,625% por trimestre cuando se acredite un período de cotización igual o superior a 44 años y 6 meses.
En la prejubilación, el trabajador pasa al desempleo tras un acuerdo con la empresa. En función del acuerdo alcanzado, el trabajador recibe una cantidad de dinero determinada que complementa su prestación por desempleo hasta el momento en que pueda acogerse a la jubilación anticipada o a la jubilación ordinaria. ¿Qué debes tener en cuenta?
La fórmula importa. Existen dos fórmulas en la que te pueden presentar una propuesta de prejubilación: por despido o por acuerdo voluntario. En el 86% de los casos se presentan bajo la fórmula de despido, o bien colectivo o bien individual. Los despidos colectivos se suelen acordar con los comités de empresa, con lo que el proceso tiene mayores garantías para el trabajador. La empresa te ofrece una cantidad mensual a la que se añade lo que recibirás por la prestación de desempleo hasta alcanzar un porcentaje de tu último salario que suele rondar entre el 70 y el 80% hasta una fecha pactada. Los despedidos tienen derecho a dos años de paro, y después pueden acceder al subsidio de mayores de 55 años hasta llegar a la edad de jubilación. El acuerdo voluntario es una modalidad más arriesgada para el trabajador, ya que no cuenta con el respaldo de una negociación previa con los sindicatos, y donde las variables son múltiples y más difíciles de analizar. Además, las cantidades recibidas tributan en el IRPF, y al ser una decisión voluntaria, el trabajador no tiene derecho a cobrar el paro.
Ojo con las penalizaciones. La fecha pactada en el acuerdo es importante. Generalmente el acuerdo se firma hasta alcanzar la edad de jubilación anticipada, lo que supone que tendrás que asumir una pérdida de entre un 7,5 y un 8% de pensión por cada año que te falte para alcanzar la edad legal de jubilación. Negocia para intentar garantizar tu nivel de rentas hasta que llegues a la edad legal de jubilación que este año está en 65 años y 10 meses.
Completa las cotizaciones. En los despidos colectivos, si tienes más de 55 años la empresa tiene la obligación de suscribir un convenio especial con la Seguridad Social para pagar tus cotizaciones sociales hasta la fecha acordada, y mantener así el monto de tu futura pensión. Este convenio es obligatorio hasta los 61 años si es despido es por causas económicas, y hasta los 63 si es por otras causas. A partir de esa edad deberás ser tú quien suscriba el acuerdo para completar las cotizaciones hasta la edad legal de jubilación y así poder cobrar el 100% de la pensión. En los despidos individuales también se suele incluir esta cláusula, pero es imprescindible que lo compruebes, y que el convenio con la Seguridad Social se extienda el mayor tiempo posible. Si la prejubilación es por acuerdo voluntario, también puedes pactar que la empresa suscriba el convenio con la Seguridad Social para pagar las cotizaciones que te permitan que tu futura pensión no disminuya. Ten en cuenta que el convenio puede costar entre 12.000 y 13.000 euros para una base máxima de cotización.
Asegura el porcentaje más alto del sueldo actual. El porcentaje del sueldo que consigas acordar va a determinar tu nivel de ingresos en los próximos años, por tanto es esencial conseguir el mayor porcentaje posible sobre tu último salario. En las negociaciones se suele tener en cuenta el salario neto, pero pueden entrar otros factores a calcular, como mantener las aportaciones al plan de pensiones de la empresa si lo tienes, o a otros seguros contratados por la compañía, o ampliar el plazo del convenio con la Seguridad Social para que la empresa cotice por ti durante más tiempo. Hay que tener todo en cuenta, pero un buen punto de partida es negociar por recibir rentas mensuales por encima del 70% de tu último salario neto.
Atentos a la tributación. El los despidos colectivos están exentos de tributar los primeros 180.000 euros de indemnización. Mientras estés cobrando el paro también deberás declarar esos ingresos en tu declaración de la Renta, ya que tributan como rentas del trabajo. En cambio, en las salidas de mutuo acuerdo las indemnizaciones tributan desde el primer euro, y no se tiene derecho a cobrar el paro.
Cada persona tiene una situación financiera y patrimonial diferente. Es esencial calcular bien las rentas que te quedarán mensualmente, teniendo en cuenta también los rendimientos de los planes de pensiones, si los tienes. Calcula bien los años que tengas cotizados, para asegurarte de que recibirás la máxima pensión posible, un mes más o menos puede suponer miles de euros a largo plazo.