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A estas alturas del verano quedan todavía en ERTE unas 330.000 personas que deberán aclarar su situación antes de que éstos se terminen el 30 de septiembre. Existen algunas dudas entre los que quieren llegar a la jubilación desde el ERTE. Vamos a despejarlas.
Llegar a la jubilación desde un ERTE no significa que vayas a perder dinero necesariamente. Ahora estás en situación de desempleo, pero el SEPE o tu empresa están cotizando por ti la misma cantidad que cotizabas antes del ERTE, por lo que no perderás nada de cara a tu futura pensión.
Además, si estando en ERTE alcanzas los requisitos para jubilarte de forma ordinaria, es decir, tienes 65 años y has cotizado más de 37 años y 3 meses, o has cumplido los 66 años, puedes solicitar la jubilación y recibirás el 100% de la pensión que te corresponda. Dejarás de cobrar el paro y empezarás a cobrar la jubilación sin penalización ninguna. Sólo en este caso, si pasas del ERTE a la jubilación ordinaria habiendo cumplido todos los requisitos que exige la Ley, no perderás dinero.
Pero si te faltan algunos meses para llegar a la edad legal, tendrás que acceder a la jubilación anticipada ya sea involuntaria o voluntaria, y perderás dinero para toda la vida, ya que el cálculo de la pensión que se haga ahora, queda para siempre.
Según los sindicatos, en la reforma acordada en la mesa de diálogo social "para garantizar que nadie pierde, se establece una fórmula de doble cálculo de la pensión para quienes se jubilan anticipadamente tanto de forma voluntaria como involuntaria (con las reglas anteriores y las nuevas) y se reconoce la pensión más alta". De ser así supondrá una importante garantía, pero falta ver cuál será el desarrollo normativo que se apruebe en el Congreso.
No es posible acceder a la jubilación anticipada involuntaria estando en ERTE. Esto sucede porque la cláusula de salvaguardia de los ERTES impide a la empresa despedirte hasta seis meses después de que se terminen estos el próximo 30 de septiembre. A no ser que cierre la empresa, fallezca el empresario que te tenga contratado, o que exista una causa de fuerza mayor. Es estos casos, tras el despido pasarás al paro, y podrás acogerte a la jubilación anticipada involuntaria pero seis meses después del despido.
Pero si eres tú el que pide acceder a la jubilación anticipada, entonces lo podrás hacer dos años antes de la edad ordinaria, es decir, a los 64 años, siempre que tengas al menos 33 años cotizados. Lo que pasa es que la reforma trae nuevos coeficientes reductores que te beneficiarán en la mayoría de las ocasiones. Las medidas aprobadas por Gobierno, patronal y sindicatos deben pasar ahora por el Congreso, y la tramitación parlamentaria llevará unos meses. Posiblemente la nueva normativa no esté en vigor hasta el año que viene
Cuando entre en vigor la nueva Ley, los coeficientes reductores para la jubilación anticipada voluntaria mejoran de forma generalizada. En todos los casos a partir de los 22 meses de anticipo, dando lugar a una pensión superior a la anterior a la reforma. Se mantienen igual o mejoran también en los meses 24 y 23 de las carreras más largas (44,5 años cotizados), y son peores que los actuales en el mes 24 y 23 para las carreras de cotización inferiores a 44,5 años.
El 50% de las personas que se jubilan anticipadamente de forma voluntaria lo hacen con 24, 23 o 22 meses de anticipo. De modo que aguantando 1 o 2 meses, mantendrán una pensión más alta que la que hubiesen tenido con las normas actuales. Otro 50% lo hace con 21 meses o menos y se verán beneficiadas de mejoras generalizadas. Has de tener en cuenta que la cuantía de la pensión mejorará con la nueva normativa accediendo a la jubilación a partir del mes 22 de anticipo.
Si has estado cotizando por encima de las bases máximas, jubilarte anticipadamente de forma voluntaria te saldrá más caro con la nueva ley. Los coeficientes reductores aumentan del 16% al 21% si apuras al máximo y te jubilas anticipadamente 24 o 23 meses antes de que te toque. Y además los coeficientes se aplicarán sobre la pensión máxima que recibes, y no sobre la base reguladora, que puede ser muy superior a la pensión máxima.
La reforma trae unos nuevos límites máximos de cuantía ligada al aumento de la base y la pensión máximas. Pero el nuevo mecanismo no estará disponible hasta 2024, y posibilitará que los trabajadores con sueldos más elevados coticen en función de los salarios reales y puedan optar por una pensión más alta si se jubilan en su edad ordinaria.
No obstante, para las pensiones máximas se abre un periodo de transición de 10 años, que irá aplicando esos coeficientes reductores paulatinamente a la pensión final y no a la base reguladora.
Si estás en ERTE y cumples con los requisitos de edad y cotizaciones para acceder a la jubilación ordinaria, no tendrás problemas, pasarás de cobrar el paro a la jubilación. Eso sí, procura adelantar el trámite lo más posible, ya que las gestiones en la Seguridad Social van con retraso, y la pensión puede retrasarse más de lo debido.
Estando en ERTE no puedes jubilarte anticipadamente de forma involuntaria, salvo en casos de fuerza mayor.
Si estás en ERTE y quieres jubilarte anticipadamente de forma voluntaria, lo mejor es esperar a que el Congreso apruebe la reforma, ya que esperando unos meses las reducciones son menores, y la pensión que se calcula cuando la pides es para toda la vida.
Si tienes pensión máxima, y puedes esperar unos meses lo mejor es esperar también a que se apruebe la reforma, y estudiar entonces si te conviene más la legislación vigente, o la nueva, ya que según el acuerdo alcanzado en la mesa de diálogo social, podrás acogerte a la fórmula que más te convenga.