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La gran mayoría de los trabajadores espera poder disfrutar de una jubilación anticipada que les permita liberarse del órdago del trabajo antes de alcanzar la edad legal de jubilación. Según los datos de la Seguridad Social, en 2020 cuatro de cada diez españoles se jubilaron de manera anticipada, un porcentaje que incidió en la brecha de 1,3 años que existe en nuestro país entre la edad legal de jubilación, que por aquel entonces se situaba en 65 años y 10 meses, y la edad real de retiro, que se situó en 64,5 años.
Con el comienzo del nuevo año, la edad legal de jubilación, que en 2021 se situó en 66 años, ha subido hasta los 66 años y dos meses como consecuencia de la reforma de pensiones de 2013, una normativa aprobada en 2011 para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones de nuestro país que obliga a que cada mes de enero se actualicen las condiciones de acceso a estas prestaciones, incluyendo tanto la edad como los meses de cotización necesarios para cobrar la totalidad de las ayudas.
Como resultado de esta normativa, no solo se aumenta la edad de jubilación legal en dos meses, sino que se incrementa el tiempo de cotización necesario para poder jubilarse anticipadamente y cobrar el 100% de la pensión. Así, si en 2021 se exigía haber cotizado un mínimo de 37 años y 3 meses de cotización para poder abandonar el mercado laboral a los 65 años sin disminuir nuestra retribución, en este 2022 será necesario acreditar que se han cotizado 37 años y 6 meses para jubilarse a los 65 años y cobrando el importe total que nos correspondería.
Tal y como señala la Seguridad Social, aquellos que quieran acceder a la jubilación anticipada de manera voluntaria deberán tener, como máximo, dos años menos que la edad legal de jubilación.
En este 2022, dado que la edad ordinaria de retiro se sitúa en 66 años y dos meses, los interesados podrían jubilarse a los 64 años y dos meses como máximo, siempre y cuando acredite un período de cotización de, como mínimo, 35 años, sin que, a tales efectos, se tenga en cuenta la parte proporcional por pagas extraordinarias. Además, deberán acreditar que se encuentran de alta o en una situación semejante en la Seguridad Social, que tienen derecho a una pensión por un importe superior a la mínima y que al menos dos años del periodo de cotización están comprendidos en los quince años previos a la solicitud de jubilación anticipada.
Para aquellos que tengan cotizados 37 años y seis meses o más de contribuciones, no obstante, la edad de jubilación legal que se les aplicaría sería de 65 años y podrían jubilarse anticipadamente de manera voluntaria con 63 años, como máximo.
En el caso de la jubilación anticipada involuntaria, en cambio, los trabajadores deberán tener, como mínimo, 33 años cotizados si quieren abandonar el mercado laboral antes de los 66 años. Es decir: dos menos que en el caso de la jubilación anticipada voluntaria.
Además, podrán jubilarse anticipadamente con 62 años y dos meses o con solo 61 años, en caso de tener 37 años y seis meses de cotización. Eso sí: además de la cotización mínima de 33 años, deberán estar inscritos como demandantes de empleo al menos seis meses antes de la solicitud de jubilación y acreditar que como mínimo dos años del periodo de cotización se han producido en los quince años previos a la solicitud.
A la hora de solicitar la jubilación anticipada, los trabajadores deberán tener en cuenta que se les aplicará unos coeficientes reductores que disminuirán la cuantía de su pensión, siempre y cuando tengan menos de 65 años y no hayan cotizado durante 37 años y 6 meses. Estos coeficientes varían en función de los años de cotización y del número de meses que se adelanta la jubilación, hasta un máximo de 24, y en este 2022 oscilarán entre un 2,81% y un 21%.