La subida de las pensiones de cara a 2023 sigue en el punto de mira desde todos los ángulos. De parte del gobierno, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, lanzaba este miércoles un mensaje de "compromiso" con los pensionistas para subir las pensiones conforme al índice de precios de consumo (IPC). Los mensajes de tranquilidad a los pensionistas han ido llegando en las últimas semanas desde varios puntos del Ejecutivo y, de hacerse realidad la revalorización, sería la segunda subida de la historia, solo por detrás de 1990, cuando gobernaba Felipe González.
Son muchas las preguntas que surgen a partir del plan de subir las pensiones conforme al IPC y si ahora mismo nos lo podemos permitir ante un año excepcional en donde la crisis energética, la guerra de Ucrania y la subida de los precios, lo que ha provocado una subida de la inflación, en abril se situó en el 8'3%. A partir de aquí, ¿en qué posición se encuentra cada parte respecto a la revalorización de las pensiones de cara a 2023?
El último informe anual del Banco de España expone que la reforma de las pensiones no ha sido suficiente, insistiendo en que se debe desvincular del IPC las revalorizaciones de las pensiones, "los pensionistas deben aceptar una parte de la pérdida de poder adquisitivo", ha pronunciado el presidente de la institución, Pablo Hernández de Cos.
En esta línea, desde el Banco de España defienden un pacto de rentas en el que los trabajadores acepten la pérdida de poder adquisitivo en subidas de salarios por debajo del IPC a la vez que los empresarios moderen sus beneficios sin trasladar a los precios la subida de los costes para moderar la inflación y devolverla a los valores normales. Además, a finales de abril Hernández de Cos pedía que las pensiones entrasen en ese pacto de rentas, ya que los pensionistas deben, bajo su criterio, entrar en la pérdida de renta producida por la subida de la inflación.
De esta manera, el presidente del Banco de España señaló que "solo las pensiones mínimas se deberían revalorizar con el IPC anual, el resto no".
De una forma similar, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, exponía hace unas semanas que la subida de las pensiones ligadas al IPC ante el aumento de la inflación era peligrosa y que "puede llevar al sistema a la ruina".
Con las previsiones actuales, las pensiones deberían subir en 2023 un 7%. Hace unos días el catedrático de Hacienda Pública en la Universidad de Castilla-La Mancha explicaba a Uppers que ahora mismo es "fundamental congelar la norma que establece revisar las pensiones en función del IPC. Si se revalorizan las pensiones con el IPC previsto a final del año del 7'5%, el Banco de España estima un coste adicional en pensiones de unos 13.500 millones de euros".
No es la única opinión experta en este sentido. Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid coincide en que "hay que esperar a ver cómo acaba el año, pero si la inflación está descontrolada y muy elevada a finales de año, todos seremos más pobres y deberemos incorporar al pacto de rentas también a los pensionistas. No las pensiones mínimas y más bajas, deben conservar su poder adquisitivo, pero sí a las pensiones altas".
Conde-Ruiz apunta que, "en años venideros, si la inflación vuelve a niveles bajos y bajan los precios de la energía se podría buscar una fórmula para recuperar este poder adquisitivo perdido este año".
Por su lado, los sindicatos se mantienen en la línea del gobierno. Pepe Álvarez, secretario general de UGT comentaba ayer que "no hay posibilidad de que las pensiones en el año 2022 no suban de acuerdo al IPC" porque los pensionistas "no pueden pagar las consecuencias de la subida de los precios".