Poder notarial: qué es, cuántos tipos hay y para qué sirve
El poder notarial es un documento público de gran utilidad para designar a un representante legal
Este podrá realizar desde actos generales hasta solo gestiones concretas, dependiendo del tipo de poder que se firme
Hay veces que por comodidad o falta de conocimientos es más sencillo que otra persona se encargue de ciertas gestiones. Para ello, como no, debe haber una autorización previa y en el marco legal existe un documento que permite realizar este tipo de actos: el poder notarial, un documento público que puede firmar tanto una persona física como una jurídica ante notario para seleccionar a alguien como representante legal en determinadas circunstancias jurídicas u otras situaciones dependiendo del tipo de poder que se haya firmado. ¿Quieres saber un poco más?
Primer paso: a la notaría
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Cualquier persona, siempre que sea mayor de edad y esté en plenas facultades mentales puede otorgar un poder notarial a otra persona, que puede ser anulado en cualquier momento. Para hacerlo es imprescindible acudir a una notaria para hacerlo de forma legal y no suele tener un coste muy alto, en torno a los 50€. La persona a la que se le designa el poder debe acreditar que lo es con la muestra de una copia de la autorización firmada ante notario.
Ojo, hay más de un tipo
Ahora bien, hay que saber que hay distintos tipos de poderes notariales, así que es importante explicar al notario que va a realizar la gestión con qué fin se realiza este poder para hacer el trámite correcto en cada caso.
- Por una parte están los poderes generales, en los que el apoderado recibe el poder de actuación como representante legal en actos jurídicos o materiales de carácter general. Aún así, hay algunos que son más comunes con ciertas especificaciones. Entre ellos están los poderes para pleitos para que una persona acuda a este en su representación; o un poder para administrar bienes en el que el representante se encarga de la administración de su patrimonio.
- Mientras, también existen los poderes especiales, en los que el poder se realiza para un acto jurídico concreto, como puede ser la compraventa de un bien o la aceptación de una herencia.
Hay que destacar que los poderes notariales españoles pueden ser reconocidos en territorio internacional siempre que se acompañen de una apostilla, que no es más que una anotación sobre el documento notarial y que sirve para corroborar en países extranjeros que efectivamente es un documento auténtico y legal.
El poder preventivo
Si antes habías escuchado hablar del poder notarial, probablemente también haya llegado a tus oídos el poder preventivo. En el marco legal este documento viene por la alta esperanza de vida, cada vez más creciente, pues por ello existe este poder, similar al notarial, ya que también puede ser general o especial.
Este documento garantiza que una persona pueda cumplir sus voluntades en caso de que una enfermedad o una incapacidad le impidieran hacerlo, asignando una persona como representante suyo cuando sus capacidades le impidan hacerlo por sus propios medios. En este caso, a pesar de que la tramitación es similar a la de un poder notarial, la efectividad del mismo puede llevarse a cabo en el momento de la firma o cuando la persona ya esté incapacitada.
Los poderes notarial y preventivos son documentaciones más comunes de lo que parecen, en especial en empresas o personas físicas que tienen que acudir a un acto jurídico o realizan ciertas gestiones para los que es necesario el documento. Cabe destacar que se puede anular en cualquier momento para que dicha persona deje de ser el representante legal y, o serlo uno mismo u otorgarle la situación de apoderado a otra persona.