En enero, solo unos días después de aparecer en la alfombra roja de los Globo de Oro, Lisa Marie, hija de Elvis Presley, murió tras ser ingresada de urgencia por un paro cardíaco, tal y como Priscilla, su madre, confirmó a través de un comunicado. Desde entonces, el legado del rey del rock ha vuelto a ser actualidad por el conflicto creado alrededor de su herencia ante el enfrentamiento entre Priscilla Presley y su nieta, Riley Keough, hija de Lisa Marie.
Ahora parece que, tras meses de problemas, han llegado a un acuerdo de conciliación después de que Priscilla Presley pusiese en duda la legitimidad del testamento de su hija. El testamento sostenía que el legado de la hija de Elvis iba a parar a su primogénita, ya que los mellizos todavía son menores de edad, eliminando a su madre de la herencia. Un documento de últimas voluntades que hizo en 2016.
Priscilla ha querido invalidar el documento porque no fue registrado ante notario y los cambios nunca le fueron notificados, señalando que su nombre estaba mal escrito. Un testamento en el que Lisa Marie incluyó a Riley y también a su hijo Benjamin Keough, que se suicidó en 2020. Por lo que Riley se convierte en la única gestora de la fortuna de la hija de Elvis Presley, unos 100 millones de euros.
Tras todo esto, Priscilla Presley ha lanzado un comunicado en el que se muestra satisfecha por el acuerdo al que han llegado. “Mi familia ha resuelto esta confusión y estamos satisfechos por haberlo hecho juntos. La familia Presley está más fuerte que nunca”, ha señalado a la vez que ha pedido respeto.
Pese al anuncio, no se conoce quién gestionará el patrimonio de Lisa Marie, si una de las dos, ambas o una tercera persona. La revista People ha asegurado que ninguna quiere que sea la otra la que se haga responsable de la fortuna, por lo que si se anula el testamento de 2016, las dos pueden compartir la administración.
No obstante, el portal TMZ asegura que el acuerdo es que Priscilla reciba una gran cantidad de dinero, una cifra millonaria, por parte de sus nietos, además de la mansión de Graceland donde vivió Elvis y que es un lugar sagrado para sus fans. Sin embargo, Priscilla habría tenido que ceder y finalmente no pedirá ser enterrada junto al rey del rock cuando muera.