A todos, en algún momento de nuestra vida, nos toca recibir una herencia. Pero, la mayoría de las veces, más que un regalo caído del cielo se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. Y si se trata de una casa a repartir entre varios hermanos el conflicto se torna casi inevitable. Por eso vender un inmueble heredado suele ser una de las salidas más frecuentes cuando somos 'agraciados' con las escrituras de propiedad.
Muchas de las viviendas que actualmente se encuentran en el mercado inmobiliario proceden de herencias, ya sea en forma de alquiler o de venta. Según un estudio de Fotocasa, suponen el 17% de la oferta total, porcentaje dos puntos superior al de 2022. De acuerdo con este estudio, los herederos suponen un 23% de quienes venden algún inmueble y un 11% de los que tienen la vivienda en alquiler. “Estos datos indican claramente que las viviendas recibidas por sucesión tienen más salida por el lado de la venta que por el lado del alquiler”, apunta Fotocasa.
Ante la escasez del parque de vivienda, es positivo que las casas heredadas salgan al mercado, pero el predominio de la venta hace que se pierda una gran vía de ampliación de la oferta en alquiler. “La administración pública, en conjunto con el sector privado, debe trabajar para crear un clima de estabilidad, con seguridad jurídica para que el propietario tenga garantías al poner en alquiler esa vivienda, en vez de obrar en la dirección contraria con normativas poco acertadas como la Ley de Vivienda”, defiende María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Hay dos motivos principales por los que los propietarios prefieren deshacerse de estos inmuebles a mantenerlos en arrendamiento: cuestiones personales (32% de las personas) y evitarse problemas poniéndolo en alquiler (27%) por si los inquilinos no afrontasen los pagos. Pero mientras que los motivos personales han perdido 18 puntos desde 2020, pasando del 50% de entonces al 32% actual, el no querer problemas con el inquilino aumenta en 13 puntos, desde el 14% de 2020 al 27% de 2023.
Hay otras razones para querer vender directamente el piso recibido en herencia. Son la imposibilidad de asumir costes de la vivienda (16%) y que no existan beneficios fiscales para asumir los riesgos (16%). O también el posible interés de los nuevos dueños en comprar otra vivienda con ese dinero (15%).
Sin embargo, no es tan sencillo vender una casa heredada. Los elevados precios que tienen actualmente las viviendas y la labor que llevan a cabo las inmobiliarias dificultan esta tarea. Y también influye, y mucho, la ubicación de la casa. No es lo mismo heredar un piso en el centro de Madrid que una casa antigua en un pueblo de la España vaciada.
Por otra parte, tres son los motivos principales para optar por alquilar en lugar de vender la vivienda heredada: su uso como fuente de ingresos (45%); preferir que esté ocupada (38%) y la rentabilidad que ofrece el alquiler (31%). En cualquier caso, Fotocasa advierte en esas tres razones un "notable descenso" respecto al año anterior.